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Quiere el ascenso John Agüero volvió por su revancha con el fútbol

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La vida nunca ha sido fácil para John Mitchel Agüero Muñoz (24 años). Desde su infancia sufrió golpes en su natal Arica. La pobreza, la drogadicción de sus padres, el tráfico, la cárcel de su progenitor y el abandono forjaron su carácter, su temple. Al puntero derecho los obstáculos no lo vencen, con esfuerzo los supera y si tropieza se vuelve a levantar.

Gracias a su familia adoptiva tuvo una oportunidad en la Universidad de Chile, equipo que lo descartó por su baja estatura. Eso no le importó. Perseveró en San Marcos de Arica donde terminó su formación como jugador y en 2012 se le presentó en el camino San Antonio Unido. Con el equipo de Milton Flores esa temporada logró el ascenso y ese veloz y escurridizo puntero derecho formó una dupla de temer con Davis Saavedra. John desbordaba y centraba y en el medio estaba el atacante para convertir. Con esta fórmula el SAU volvió al fútbol profesional tras 29 años en Tercera.

La vida y el fútbol tienen vueltas. Jonh se fue a Trasandino, Unión San Felipe (2013) se fijó en sus cualidades y lo fichó para la Primera B. Ahí empezaron los problemas para el ariqueño. En la tienda aconcagüina sufrió mucho y pensó dejar la actividad. "Me dijeron textualmente 'te vamos a cagar la carrera'. No sé porque, venía de jugar Copa Chile, fui figura en el partido con Colo Colo y en un ese momento tuve problemas cuando nació mi hijo en Arica, tenía que viajar y no me querían dar permiso.

-Viajé nomás y al volver me dijeron que me tenía que ir a préstamo a Puerto Montt, no quería, porque esperaba que me viera un profe y me diera una opción. Me querían dejar los dos años que me quedaban de contrato sin jugar, sin pensión, sin nada. No lo podía creer, nunca nadie me había humillado así en el fútbol. No me quedó más que irme. Con Puerto Montt llegamos a la final, volví a San Felipe y fue lo mismo, no me dejaban entrenar, me tenían apartado del grupo. Hasta que finiquité, aunque me quedaba un año de contrato. No me pagaron nada, sólo el mes.

Entremedio pasó por Trasandino, desilusionado de la actividad, de los empresarios que controlan el club del interior de la región. Hace unas semanas se quedó con su pase. "Fue lo mejor, hablé con mi papá y tomé la mejor decisión, porque creo que estuve dos años estancado, no pude avanzar nada en el fútbol , por algo pasan las cosas", explicó.

En julio de 2013 John jugó un partidazo ante Colo Colo, que fue transmitido por la TV. Su actuación lo ilusionó. "Pensé que era el gran paso, pero con el tiempo fui conociendo a las personas, la mafia del fútbol, conocí el lado malo de este deporte. Estaba mal, porque me trataban mal, nunca volvería a San Felipe", confesó.

-Sí, pensaba irme a Arica a trabajar con mi papá, porque no tenía nada seguro hasta ahora. Él me dijo que me viniera al SAU, son cosas de la vida y del fútbol, y creo que este es el año del SAU, porque le pasó a Iberia y a Puerto Montt que lucharon dos años por subir

El plantel tiene muy buenos jugadores y buenas personas, un grupo unido donde todos reman para el mismo lado. Los grupos así consiguen al ascenso.

SAU distinto

-Cuando llegué al SAU estaba en Tercera División, era muy distinto. Me acuerdo que nos bañábamos con agua helada, ahora se ve todo bien.

-Está más profesional, recuerdo cuando estuve aquí todos tratábamos de dar lo mejor, pero no existían muchas comodidades. Después del ascenso cambió. Ya es hora de subir a Primera B, el equipo estuvo a punto de subir dos veces, la gente se entusiasmó mucho. Me tocó perder tres finales. La primera fue cuando nos eliminó Trasandino de la liguilla (2011), después en Puerto Montt perdimos la final. También lloré. Creo que me ha tocado vivir momentos malos en el fútbol y espero que ahora lleguen los buenos.

-En la división se ve al SAU como uno de los equipos que siempre va a estar peleando arriba . Cuando te toca venir piensas al menos en sacar un punto. Es un respeto que se ganó el club con sus campañas, con los planteles que armó.

-Me pasó una anécdota, en el último partido que jugamos y cuando dieron las formaciones y anunciaron a John Agüero, gritaban 'cachudo'. En se momento me dio rabia, nunca he sido mala persona con la gente, le contesto a todos los que me hablan por el Facebook. Cuando hice el gol lo celebré y después me arrepentí. Los mismos que me gritaban después me mandaban mensajes para que volviera. Es parte del fútbol, uno tiene que aprender a aguantar.

-Aparte de Puerto Montt, que lleva mucha gente, el público de San Antonio es muy apasionado, van en familia y eso motiva harto.

-Todo comenzó desde que jugamos con Quilicura, con un estadio lleno y de ahí en adelante la gente se entusiasmó para apoyar al SAU. Eso motiva al grupo y también en lo personal.

-Te sientes con una responsabilidad extra. No pasa lo mismo con Trasandino que van al estadio 100 personas. En el SAU tienes otra responsabilidad, la gente se da el tiempo de ir al estadio, de tomar a sus hijos y llevarlos a la cancha, de ir con los hermanos, con los amigos. No nos queda más que dar lo mejor. A hartos jugadores les motiva esto, cuando sales a la cancha, los gritos, los papeles, es bonito y bueno para los jugadores.

-El otro día fuimos con unos compañeros al mall, pero no me conoce nadie. Pasé piola (ríe). Espero que cuando comience el campeonato la gente nos acoja de la mejor manera, es bonito sentir el cariño de la gente en la calle.

-Por ese lado en mi vuelta me siento tranquilo, porque cuando jugué, aunque no lo hice de forma extraordinario, lo hice bien, traté de hacer lo mejor. Con el paso del tiempo he madurado, era la primera vez que salía de Arica como juvenil. Por eso siempre digo que Arica y San Antonio son mis principales clubes. La primera vez llegué con 21 años, ahora con 24 tengo otras ambiciones, ni pensaba en llegar a Primera. Uno tiene esas metas siempre, pero no con el deseo que tengo hoy.

Subir

En su primer paso por el SAU el ascenso era un objetivo que se construyó en el camino. Hoy llegar a la Primera B es casi una obligación.

- Ojalá se dé con San Antonio. En 2012 fue la primera vez que lloré por una alegría en el fútbol, por el ascenso, después cuando estuve en los otros equipos (Puerto Montt) lloré porque perdimos una final. Ahora se da que vuelvo a San Antonio, a un club que lleva dos años seguidos peleando por el ascenso, puede ser una coincidencia que este año subamos. Estuve en San Antonio me fui a Trasandino, San Felipe y Puerto Montt. Después hice el mismo camino, pero de vuelta y estoy nuevamente en el SAU, por eso pienso que este es el año. Creo mucho en Dios y tengo fe de que si hacemos las cosas bien, si somos unidos como grupo, buenos compañeros, dando apoyo al que está al lado, al que juega y al que no, vamos a subir.

John no estará solo en este nuevo desafío. Su pareja (Carina) y su pequeño hijo Vicente Máximo (a punto de cumplir dos años) lo acompañarán. "Me motiva mucho estar con los dos acá. Son motivaciones extras que uno tiene, luchar por ellos, para llegar a Primera. Quiero que mi hijo sepa que en lo que hago siempre trato de ser el mejor. Para eso trabajo hoy.

-Es de Arica. Llevamos 6 años y medio, estamos juntos desde que estaba en los cadetes de San Marcos. Todos mis logros son para ellos dos y para mi papá.

-A veces me quedaba solo en San Juan y hablaba con mi papá, le decía que me quería ir, jugar en el barrio, trabajar allá. Él me decía que siguiera, que llegaría algo mejor. Es mi cable a tierra. (Francisco Melo) no es mi padre de sangre. Gracias a ellos estoy jugando al fútbol. Todos los días les doy las gracias y la única forma de hacerlo es trabajando para llegar lo más alto posible. J

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