Es la selección chilena más chilena de todas. En su nómina no hay hombres nacidos en Suecia. Su entrenador nunca se obsesionó con nacionalizar a un argentino. Y tampoco manejan Ferrari. La mayoría, de hecho, ni siquiera maneja.
Es una selección de seres humanos sumamente aguerridos y dueños, casi todos, de apellidos que no se leen en la guía de teléfonos. Y jugarán, durante 10 días, un torneo continental de fútbol. No el que ya se acabó. Otro: la Copa Americana de los Pueblos Indígenas.
Ocurre que Chile albergará la primera edición de este campeonato, que reúne a las selecciones de fútbol de los pueblos originarios de ochos países de América. Estarán, además de Chile, Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Paraguay y Perú. Será, anuncian, una cumbre cultural.
Se espera un cruce de idiomas inmemoriales. Civilizaciones milenarias librando una guerra figurada. Todo alrededor de una pelota de fútbol. Se jugará entre el 16 y 25 de julio en dos sedes: el Grupo A jugará en Santiago, mientras que el B lo hará en Arica.
El Huaiqui
Francisco Huaiquipán, ex futbolista y mito mapuche, aclara a la grabadora de El Líder que él es una persona exitosa. Y dice que eso, precisamente, quiere traspasárselo al equipo chileno. Todo porque Huaiqui, el Toqui, trabaja desde hace algunos días con la selección. Les regala gritos eufóricos. También charlas emotivas. Asesora al entrenador del equipo, Danilo Quilán, y sostiene conversaciones muy íntimas con los jugadores.
"Es sangre de tu sangre", filosofa Huaiquipán. Luego dice: "Cuando me llamaron, acepté de una. Pero puse condiciones".
-No es llegar, tomar una selección y que venga un equipo y te meta 10 goles. No compadre. Yo se los dejé súper claro, para ganar hay que traspirar sangre.
-Es que sí poh, y si no, doy un paso al costado. Yo soy un huevón que ha ganado.
La otra Roja
Quilán, el DT, 35 años, mapuche, hace un desglose de su equipo y enumera: "18 jugadores, 11 mapuches, tres rapanuis, dos aymara y dos huilliches". La base, explica, es la Selección Mapuche que ganó el último torneo nacional de pueblos originarios. A ella le sumó los siete refuerzos y conformó el plantel definitivo.
Aclara que es un equipo ofensivo. Que se ve reflejado en la histeria de Sampaoli. Y que cree que Chile -el Chile indígena- tiene fútbol para ser campeón. En la mezcla de culturas, opina Quilán, encontró una selección poderosa.
Y Koropate, rapanui, 24 años, sostiene la tesis. Ellos, por ejemplo, opina, aportaron fuerza a un equipo muy técnico. "Le damos más potencia, velocidad", acota Korotape, un ser humano muy espigado que pasa sus días en la isla tirándose desde cerros arriba de troncos de plátano.
-Síiii poh. Tenemos más resistencia porque estamos todo el año haciendo deporte.
El estreno de Chile será el jueves a las 12 en el Estadio de Peñalolén. Se enfrentará a 11 indígenas peruanos e iniciará, así, su propio camino. La Roja autóctona, esa que no es asidua a los casinos y que nunca ha viajado a Europa, va por la redención. Entre los pueblos originarios, Chile intentará ser el más original. J