El viento fue el enemigo en los campamentos sanantoninos
Milla tiene dos añitos y es una pequeña muy risueña, que no para de balbucear y moverse por todas partes en su casa, ubicada en el campamento Villa Génesis, en la parte alta de Bellavista. Ayer, por el contrario, estaba muy callada y quieta, mirando con sus ojitos claros cómo todos se movían corriendo de un lado a otro.
"Es que durmió poco, porque como a las dos o tres de la mañana nos dimos cuenta de que se estaba mojando el dormitorio, entonces tuvimos que venirnos a dormir al sillón grande del comedor", explica con calma, pero todavía un poco asustada, Francisca Peña, la mamá de Milla.
A esa misma hora, Kary Farías (18) también se daba cuenta de que su pieza empezó a mojarse. Se levantó y fue a la pieza de su mamá, con quien trató de poner un plástico grande para evitar que su cama continuara humedeciéndose.
"Nosotros estuvimos mejor, no hubo muchas complicaciones, pero igual el viento es lo que más miedo nos dio. A una vecina solamente se le voló el techo, pero no sabemos lo que puede pasar si esto sigue así", reflexiona Viviana Ponce, una de las dirigentas del Campamento Los Tigres de Tejas Verdes.
Problemas
En ambos campamentos sanantoninos la situación es similar. La mayoría logró proteger sus viviendas, pero en algunos casos el viento fue más fuerte y arrasó con todas las medidas de protección.
"Yo pensé que este año no nos íbamos a mojar, porque arreglé todo el techo antes, pero al final nos mojamos por el lado, porque el viento rajó el nailon", dice Patricia Ripton, que estaba empapada de pies a cabeza afirmando una nueva capa de plástico para tratar de proteger su hogar.
La casa de Patricia se ve como una de las más firmes del cmpamento, "pero es que me llega el viento directo, entonces, no hubo forma de que aguantara el nailon", aclara la dueña de casa.
En ese momento, Violeta Gallardo, una de las dirigentas del campamento Villa Génesis, se emociona porque recordó el primer invierno que pasó en el campamento. "Fue terrible. En el 2013 yo venía llegando y de repente veo una plancha en la puerta de mi casa y me extrañé, como que no atiné porque se pierde todo por lo que uno trabaja tanto tiempo, toda la vida casi", señala la mujer.
Pero a esta vecina la pena le duró poco, "porque hay que ir a ver a la Malú, no se vaya a estar mojando".
La señora María Luz Olguín, la Malú, es una tierna abuelita que vive junto a su hijo, en una casita sin forrar en el mismo terreno que ocupa Patricia. "Es la primera vez que se moja mi casa", cuenta mientras señala los lugares por donde el agua comenzaba a escurrir. El problema es que justo en esas paredes tenía la conexión eléctrica, así es que sus vecinos de inmediato la ayudaron a buscar una solución para evitar accidentes.
Además de las bajas temperaturas y los resfríos, los vecinos de la Villa Génesis deberán enfrentar otro problema. "Los pozos van a sufrir, porque tenemos pozos para botar las aguas y los desechos, entonces se llenan fácil. Y de la municipalidad no van a venir otra vez, porque ya vinieron este año y sale como 70 mil pesos por cada uno y son 27", señaló con angustia Violeta Gallardo. J
Para Violeta Gallardo, uno de los grandes problemas de este frente de mal tiempo estuvo en la lentitud de la llegada de ayuda. "Nosotros desde mayo que estamos solicitando nailon, pero no pasa nada. Ahora hace 15 días que fuimos a la Oficina de Emergencias de la municipalidad, pero dicen que no hay. Nosotros solo pedimos que nos ayuden con el nailon, nada más, porque no todas las casas pueden comprarlo", contó con impotencia Violeta. La dirigenta explicó que solo durante la mañana (de ayer) llegó ayuda, pero el agua ya había entrado a las casas.
"Al final nos
mojamos por el
lado, porque el
viento rajó el
nailon",
Patricia Ripton,