Abuelita ejemplar: completó su educación básica a los 71 años
Violeta Moreno siempre quiso aprender a leer y a escribir, pero nunca tuvo la oportunidad. A los nueve años tuvo que dejar la casa de sus padres luego de pelear con su progenitor, un hombre alcohólico que agredía constantemente a su madre. Terminó en una casa particular cuidando una guagüita. "No sé si yo lo afirmaba a él, o él a mí, porque era súper chica", recuerda.
Eran tiempos en que la educación de los hijos no importaba mucho. Todos tenían que trabajar y valérselas por sí mismo desde temprana edad. A medida que fueron pasando los años, la pequeña Violeta se convirtió en toda una mujer y en madre de una niña del mismo nombre y de dos varones.
Con la crianza nunca tuvo espacio para dedicarse nuevamente a la instrucción. Eso, hasta que hace unos años atrás. Ya convertida en abuela y dirigenta del campamento Villa Génesis, decidió ingresar al programa de nivelación de estudios "Contigo Aprendo". Gracias al plan de alfabetización del Gobierno completó hasta el cuarto básico.
A pesar de no ser una alumna ejemplar, quedó con gusto a poco y cuando el comité de la villa se adjudicó un proyecto similar de la Fundación San Antonio Siglo XXI comenzó a aprender nuevamente.
"Tenía ganas, porque cuando no sabes leer eres como una persona ciega", cuenta Violeta sobre sus motivaciones.
"Quería poder entender lo que veía y no tener que estar siempre preguntando", agrega la antigua vecina del campamento ubicado en el sector de Bellavista.
"Sabía leer, pero muy poco. Me costaba mucho, no como ahora que entiendo más. Algunas palabras me cuestan, pero sí soy capaz", dice con emoción.
Los pobladores del campamento se están preparando para celebrar en grande el inédito y ejemplar proyecto. Solo falta que quienes están cursando la enseñanza media reciban los resultados de los exámenes libres para tirar la casa por la ventana. Tanto esfuerzo merece una buena recompensa.
emotivas historias
La emotiva historia de Violeta no es la única. Tuvo otros tres compañeros que también se la jugaron por su educación. Una de ellas es Patricia Ripton (54), una madre de tres hijos dedicada a trabajar con los más pequeños del lugar. Está encargada del área artística de la Villa Génesis y prepara un gran desfile de modas con productos reciclables. Quería demostrarle a los pequeños que nunca es tarde para aprender.
Andalio Pedreros (51) es otro de los estudiantes del ciclo. Este padre de tres hijos quería completar su educación básica para tramitar la licencia de conducir.
Y por ultimo, María Luz Olguín (51), una luchadora madre de un hijo que le ganó la batalla al cáncer y, ahora, a los estudios. J
