Revelaron los detalles del brutal asesinato de malogrado placillano
El asesinato de Francisco Solano Pontivo Silva, vecino de cerro Placilla, sigue impactando no sólo por la muerte del hombre de 67 años, sino por las brutalidades que cometieron en contra suyo.
Ayer, en la formalización de cargos realizada al autor confeso del crimen, se revelaron detalles que dan cuenta de la bestialidad con que actuó Cristóbal Lagos Rodríguez, de apenas 19 años.
Fue la propia magistrado, Leticia Morales, quien hizo hincapié en el ensañamiento que tuvo el imputado con la víctima, a quien le propinó al menos nueve heridas mortales.
"Se da cuenta de múltiples lesiones, en cuanto al contexto de los hechos, no se trata de una sola lesión que haya provocado la muerte. Al menos se da cuenta de nueve lesiones y en relación a ello a la brutalidad realizada por el imputado", expresó la jueza Morales para argumentar que Cristóbal Lagos deberá permanecer en prisión preventiva porque su libertad es un peligro para la sociedad.
Hasta la audiencia de formalización realizada ayer en la sala dos del Juzgado de Garantía, llegó una decena de familiares de Francisco Pontivo, que oyeron impactados los detalles del ataque sufrido por su ser querido.
El Ministerio Público reveló que a Pontivo Silva le propinaron una golpiza mortal la madrugada del sábado recién pasado y que esta fue sin mediar provocación. Le pegaron hasta darle muerte sólo por el hecho de encontrarse en el mismo camino de Cristóbal Lagos.
El jefe de la segunda agrupación de la Brigada de Homicidios, subcomisario Rodrigo Burgos, manifestó que se trata de uno de los crímenes más cruentos ocurridos últimamente en la provincia.
La víctima presentaba lesiones en la frente, en los ojos, los labios, el mentón, una fractura en la nariz y un corte de 30 centímetros en el estómago. Todo provocó que falleciera por un traumatismo encéfalo facial severo.
"El imputado presentó un testimonio donde aseguraba haber encontrado a la víctima herida, pero pronto esta historia presentó inconsistencias. Una de ellas eran las manchas de sangre que presentaba en la ropa, las que al ser periciadas mostraban que el acusado fue salpicado por sangre tras su accionar (como al golpear a la víctima) y no se manchó en un contacto posterior con el cuerpo", explicó Burgos.
Además se reveló que un testigo vio cuando un joven que concuerda con la descripción del imputado golpeaba a otra persona en el suelo. También lo vieron romper una botella para luego herir a su víctima. Ese relato fue clave para lograr detener al acusado, quien en primera instancia había sido dejado en libertad.
Terminada la audiencia, los familiares de Francisco Pontivo Silva expresaron su rencor hacia el acusado, gritándole que es un "desgraciado" y un "maldito".
Hasta el cierre de la edición aún no se confirmaba el horario del funeral del placillano, el que preliminarmente sería durante esta jornada.
arrepentido
El joven de 19 años que está acusado de homicidio y que confesó haber golpeado reiteradamente a Francisco Pontivo, expresó ayer brevemente que está arrepentido de lo que hizo. Dicha declaración la entregó a la prensa cuando era trasladado desde el edificio de la Policía de Investigaciones al Juzgado de Garantía.
En la audiencia, la magistrado Leticia Morales determinó que el imputado fuera puesto en prisión preventiva por los 60 días que se decretaron para la investigación. J
Ayer la fiscalía expuso ante el magistrado la cruda declaración entregada por el acusado a la Policía de Investigaciones. Cristóbal Lagos Rodríguez declaró que "a las 7 (de la mañana del sábado 25 de julio) crucé la plaza (René Schneider) y vi a un adulto y le pegué un combo, se cayó al suelo y me dijo por lo que volví y agarré una tabla que se encontraba en el lugar y cuando se levantó le pegué en la cara un tablazo, cayendo el sujeto nuevamente al suelo a una especie de quebrada, por lo que bajé y le pegué una patada en el pecho (…). En el suelo observé que sangraba mucho de su cara por lo que rompí una botella con una piedra y con el gollete le di un corte a la altura de su estómago y luego pateé una caja de computador que le pegó en su cara. Le seguí pegando dos tablazos más en su cara (...). Cuando lo miré me asusté, tiré la tabla y me di cuenta que tenía mucha sangre salpicada en mi ropa".