Un verdadero infierno vivieron los músicos de la Sonora Palacios, que la tarde del viernes fueron testigos presenciales de la balacera y asalto del camión de Prosegur que ocurrió en el acceso a San Antonio.
Según Las Últimas Noticias, a las 18 horas del viernes los 15 músicos que integran el conjunto tropical, una de las orquestas más antiguas y emblemáticas de Chile, debían presentarse en el show del casino Del Pacífico, en San Antonio.
Pero el grupo tropical, liderado por Marty Palacios, llegó con una hora y media de retraso. ¿La razón? Sin quererlo, los músicos fueron testigos de la emboscada al camión de valores que ocurrió alas 19 horas del viernes en la Autopista del Sol.
La sonora, que se movilizaba en su bus particular, presenció cómo fue la balacera que terminó con la vida del vigilante Rafael Pardo Triviño, de 50 años, y de uno de los delincuentes que participaron en el atraco.
"Fue igual que estar en una película", dice de entrada Marty Palacios, fundador y director musical de la orquesta. El asunto dice, aún lo tiene tiritón a él y a sus colegas, que justo iban pasando por la carretera cuando ocurrió el clímax del asalto que involucró al menos a 10 sujetos y 6 vehículos, según información de Carabineros.
"Sentimos varias explosiones. Nos acercamos a la ventana y vimos el camión de Prosegur que estaba estacionado con las luces encendidas. Abajo había cuatro hombres vestidos enteros de negro y con un pasamontañas", cuenta Palacios.
En ese momento creyeron que se trataba de un allanamiento policial. Las ametralladoras cortas y el "armamento pesado" que vieron los músicos desde la ventana comenzaron a preocuparlos.
El bus pasaba lento por la pista y la escena se ponía cada vez más densa. "Uno de los asaltantes sale corriendo con las bolsas plomas de dinero hacia uno de los cuatro o cinco autos que rodeaban el camión. Ahí fue cuando el guardia de seguridad salió tras de él y disparó cuatro veces. Cae el delincuente y los otros tres abren fuego contra el guardia y el camión", agrega Marty.
Las balas no pararon por varios minutos y los músicos y técnicos que iban en el bus se agacharon por temor a ser alcanzados por una, pues estaban a pocos metros del camión.
Luego le pidieron al chofer que se apurara y algunos integrantes sacaron sus celulares para llamar a la policía.
Tuvieron que irse con mucha precaución porque el lugar se llenaba de vehículos policiales, ambulancias y bomberos.
A las 19:40 llegaron al casino, pero no se bajaron altiro del bus.
"Quedamos nerviosos, no queríamos salir y eso que teníamos que bajar los instrumentos. Nos pusimos a comentar que hoy en día los delincuentes tienen chipe libre. Imagínese la osadía de andar con armamento y disparar en medio de una carretera donde pasa tanto vehículo", reflexiona Palacios. J