Marcelo Bielsa, el mito, renunció el sábado al Olympique de Marsella y la mañana del lunes ya estaba en Buenos Aires. Aterrizó a las 8.15 am en Ezeiza y generó un ataque de histeria en ciudadanos comunes que a esa hora caminaban por el aeropuerto.
Bajó solo del avión, caminó a la vereda y ahí, afirman los medios argentinos, esperó por 15 minutos un taxi. Entre medio el Loco, que vestía de buzo gris y polerón negro, firmó una serie de autógrafos y posó con elegancia para los celulares.
Apenas llegaron por él, Bielsa viajó los 300 kilómetros que separan Buenos Aires de Rosario. Y ahí, en su ciudad natal, el entrenador con más devotos del planeta se borró del mapa.
Ocurre que Bielsa, hijo ilustre de la ciudad y héroe de Newell's, cosecha en Rosario su fama de ermitaño. El DT, especula el reportero del diario La Capital Mauricio Tallione, probablemente se recluirá en el campo que tiene en General Flores, 20 kilómetros afuera de la ciudad.
Ahí el entrenador, sigue imaginando Tallione, se sumergirá en horas de introspección. Analizará partidos de fútbol de tiempos inmemoriales. Y, sobre todo, descansará su mente. "Cada vez que viene se esconde en su campo, es muy hermético. No hace vida social, no se le ve en la ciudad, no va a buscar a sus hijas al colegio. ¡No se sabe nada de él! Es como si desapareciera", añade el periodista.
¿Qué será de ti, Loco?
Cuando Marcelo Bielsa está cesante, afirman desde su entorno, entra en un estado de depresión. El Loco, en definitiva, necesita dar instrucciones. Gritar órdenes indescifrables. Todo, eso sí, es parte del terreno de la especulación. Porque de Bielsa, repite insistentemente el reportero Tallione, se sabe poco y nada.
"La verdad que no sé mucho qué hace. Su sobrino me dice que mira mucho fútbol y que no está bien cuando no dirige, es todo lo que sé", añade, desde Rosario, un corresponsal anónimo de El Líder.
Lo que sí está claro es que antes de un año es prácticamente imposible que Bielsa firme algún contrato. Ya dijo que no a México, por ejemplo. Y las posibilidades de dirigir en Argentina son aún más escasas. Casi nulas.
"Bielsa es un tipo impredecible. Pero a él le gustan las inferiores, los procesos, y eso acá no existe. Es casi imposible que tome un equipo", agregan desde La Capital.
-Mirá, Newell's puede ir puntero, pero si Bielsa dice que quiere dirigirlo, lo llaman. Ahora, por cómo es, porque el estadio lleva su nombre, veo muy difícil que vuelva a dirigirlo alguna vez.
Por ahora Bielsa, imaginan todos, está en General Flores. Así, en silencio, tiene a un país de futboleros dividido en dos: los que lo aman y los que lo odian. Al mismo tiempo programas de radio preguntan a sus oyentes qué creen que hará el Loco en sus vacaciones. Y sus oyentes responden.
Otros, prenden velas para que tome su club. Los hinchas de Boca gritan que su equipo necesita un nuevo entrenador. Y los de Vélez critican al DT Miguel Ángel Russo.
El Loco volvió a Rosario y extendió su mito. En Chile, mientras, algunos lo siguen llorando y sigue sumando "viudas de Bielsa ".J