"Juanpi está muy regalón y es que con todo lo que ha pasado, nosotros lo regaloneamos harto", cuenta Magdalena Herrera, madre de Juan Patricio Carreño.
El 9 de septiembre del año pasado, el menor de tres años, quien fue diagnosticado de leucemia, fue sometido a un trasplante de médula.
Ha pasado casi un año desde la transfusión y Juanpi, como cariñosamente lo llaman quienes lo conocen, ha logrado recuperarse de forma casi milagrosa.
"El está muy bien y eso nos tiene contentos", explica Magdalena, quien agrega "de igual forma se le realizan exámenes una vez por mes. En estos días ha estado con una reacción alérgica al trasplante, pero que es muy normal en estos casos. Además está siendo chequeado por un endocrinólogo y un dermatólogo".
La donante fue una mujer de 23 años, de nacionalidad alemana y que era ciento por ciento compatible con el menor. Magdalena cuenta que, hasta ahora, no han tenido comunicación con la mujer. "Creo que no podemos tener contacto durante dos años con el donante".
lucha
Desde que fue diagnosticada la enfermedad, el menor y su familia han llevado a cabo una incansable lucha por vencer esta enfermedad.
No ha sido fácil debido a las recaídas que sufrió el menor cuando estaba en pleno tratamiento, pero gracias a la ayuda de mucha gente, este camino ha sido menos tormentoso para los Carreño Herrera.
"Esta lucha comenzó cuando Juanpi tenía once meses. Mucha gente se impresiona cuando le contamos por todo lo que hemos pasado, pero eso también les sirve de impulso a los que recién comienzan", cuenta.
"Estoy en contacto con muchas mamás que entraron con sus hijos cuando yo estaba recién comenzando con Juan Patricio y ellos ya se fueron de alta, entonces ahí uno se da cuenta que nos tocó una lucha extra porque hubo recaídas y hasta un trasplante, pero en fin, ahora Juanpi está recuperándose bien y eso es lo que importa", agrega.
-Lo que yo siento ahora es que todo el tiempo que estoy pasando con mi hijo es un regalo. Hay que dar la lucha, pero también hay que pensar que son ellos quienes están dando la mayor pelea y uno debe estar ahí apoyando. Entre las mamás siempre nos damos fuerzas principalmente porque es muy importante para ver los niños, ver una sonrisa".
alta
Magdalena cuenta que aún falta mucho tiempo para que el pequeño de tres años sea dado de alta. "Lo que pasa es que durante dos años le hacen un seguimiento al trasplante para asegurarse de que todo esté bien, pero de alta todavía no se habla porque hay que hacer chequeos bimensuales, después semestrales. Todavía nos queda harto tiempo por delante", cuenta.
agradecimientos
Magdalena aprovechó la instancia para agradecer en nombre de ella y de su marido, Juan Carreño, todas las muestras de cariño, apoyo y de preocupación que han recibido de la comunidad sanantonina durante todo este tiempo.
"Estamos muy contentos porque todo va bien con Juanpi, pero también estamos muy agradecidos de quienes se han preocupado de mi hijo y de las innumerables muestras de cariño". J