"No es posible que el conductor que mató a mi hijo esté libre"
Han pasado casi seis meses desde que Manuel Orellana Rojas dejó este mundo y su familia aún no logra reponerse de su repentina, pero sobre todo, dolorosa partida.
"Manolito" como cariñosamente lo llamaban quienes lo conocían, fue atropellado la tarde del 2 de febrero a pocas cuadras de su casa, ubicada en la población Caupolicán 3, en Cartagena. Producto del accidente, el joven agonizó por diez días en la UCI del hospital Van Buren en Valparaíso, donde finalmente murió el 17 de febrero.
El deceso del joven de 18 años mantiene a su familia hundida en un profundo dolor, más ahora, que se enteraron que el conductor responsable del atropello está libre y que sólo debe presentarse a firmar en la Comisaría de Cartagena cada quince días.
"¿Cómo es posible que este conductor esté libre si mató a una persona?", se cuestiona la madre de Manuel, quien agrega "para nosotros su muerte ha sido muy dolorosa. Mis dos hijos están con sicólogos porque lo echan mucho de menos y yo lo único que quiero es irme con él, por eso he intentado matarme dos veces. No quiero seguir viviendo".
Yanina asegura que tras la muerte de su hijo, ha sido víctima de constantes amenazas por parte de familiares del conductor que mató a su hijo. "Hace un tiempo, una mujer se me acercó y me dijo que me dejara de molestar porque no iba a conseguir nada, ya que ellos tenían los recursos para que esto quedara en nada".
"Más encima el conductor, que ni siquiera vive en este sector, se pasea constantemente por fuera de mi casa, haciendo burla de lo que nos pasó. Dígame ¿cómo me puedo quedar tranquila con todo esto? Mi hijo no era un perro, era una persona querida por todos, que no le hacía daño a nadie. Lo único que quiero es que se haga justicia y que la muerte de Manuel jamás se olvide porque no es posible que el conductor que mató a mi hijo esté libre", recalca la desesperada madre.
Julia Salas, abuela de Manolito, no ha dejado de llorar a su nieto ni un sólo día. "Él era el amor de mi vida por eso nadie se imagina el dolor que siento... dolor que crece cuando veo al conductor responsable pasearse por las calles de Cartagena, feliz de la vida".
daños
Yanina asegura que las amenazas y amedrentamientos por parte de cercanos al conductor no cesan y que hace tres meses, la tumba de su hijo en el cementerio parroquial de Cartagena ha sido víctima de varios ataques por parte de desconocidos
"Todos los días vengo a visitar a mi hijo para estar con él, pero desde hace tres meses cada vez que llego me encuentro con algún destrozo. El otro día le habían robado algunas cosas y sus flores estaban desparramadas por todos lados. En otra oportunidad, una mujer fue sorprendida destruyendo la tumba de mi hijo. No entiendo por qué no lo dejan descansar tranquilo", explica Yanina.
La mujer asegura que su hijo se le aparece en los sueños y que eso la deja aún más intranquila. "Mi hijo luchó hasta el final porque él no se quería ir y eso me lo dice cada vez que se me aparece en los sueños. El me pregunta qué hace dentro de un cajón porque no quería morir. Esto me provoca mucha angustia, y al final cuando despierto quedo peor de lo que estaba".
justicia
Para la familia de Manuel, el único consuelo que les va quedando es que se haga justicia y que el conductor responsable de tanto dolor, pague por lo que hizo.
"Es cierto que mi hijo no volverá, pero de igual forma, necesitamos que el conductor pague por lo que hizo, principalmente porque no mató a un perro, mató a un ser humano, que todos querían porque mi hijo era muy especial", afirma Yanina. J