Joven pareja denuncia negligencia en muerte de su bebé recién nacido
No hay adjetivo que ayude a entender el sufrimiento que padece una pareja de sanantoninos que hace pocos días tuvo que realizar un acto que ningún padre quisiera hacer en su vida: enterrar a su propio hijo.
Sussan Nilo e Ismael Paz se conocieron hace un par de años. Ambos no se ponen de acuerdo cuando se les consulta cómo empezó esta relación. Él dice que ella le robó un beso en el Carnaval de Murgas y Comparsas, mientras que ella afirma que fue Ismael quien sorpresivamente la besó.
Lo cierto es que hace un año y medio esta pareja de sanantoninos comenzó una linda relación de amor. Ambos tienen 19 años. Él trabaja y ella realiza su práctica en una empresa de la comuna tras egresar del Inco.
A los pocos meses el destino les hizo un hermoso regalo. "Ambos estábamos muy contentos cuando nos dijeron que yo estaba embaraza. La vida nos cambió, porque era una bendición para nosotros", explica Sussan a bordo de un auto que se dirige al cementerio Parque del Sendero, en Llolleo alto.
A medida que el pequeño Vicente crecía en el vientre de la madre, la pareja se unía aún más en esta relación. Ambos no desconocen que estaban ansiosos y no hallaban la hora de que se cumplieran las 40 semanas de gestación para conocer a este angelito de Dios que venía a llenar de alegría a esta familia de calle Olegario Henríquez, en Llolleo alto.
"Durante todo el embarazo, Sussan nunca tuvo problemas. Todo fue completamente normal. Ella nunca presentó ninguna complicación y todos estábamos tranquilos porque era un embarazo totalmente normal y sano", dice Ismael luego de encontrarse con ella en el cementerio.
Ambos caminan lento, con la mirada perdida. Pensando quizás en qué. La madre de Sussan llega a los pocos minutos junto a otros familiares. Es día miércoles y hay que ordenar el jardín donde se encuentra una sepultura. Llevan remolinos, autitos y flores para darle vida a este lugar sombrío, triste y lleno de miles de recuerdos de aquellas personas que alguna vez pasaron por este mundo.
COMPLICACIONES
Era 10 julio de 2015 y Sussan concurría a su último control en el consultorio Néstor Fernández de Las Lomas. La matrona que la atendió ese día, se llevó una gran sorpresa, como cuenta Nilo.
"Me preguntó cómo me había sentido. Yo le dije que bien, que no me había sentido mal, que todo había marchado normal. Pero la matrona se dio cuenta que ese mismo día yo tenía que mejorarme. O sea, tenía que tener a mi hijo", describe.
Luego de esto, la mujer fue derivada al hospital Claudio Vicuña de San Antonio, puesto que ya había completado el periodo de gestación. Tenía 40 semanas.
"En el hospital me trataron muy mal. Me dijeron que por qué estaba allí. Después de 30 minutos, me dijeron que si mi bebe no había nacido tendría que volver el 16 de julio para que me hicieran la cesárea", agrega entre lágrimas en la tumba de su bebé.
Sussan fue citada para el 14 del mismo mes para un monitoreo. En ese instante se dieron cuenta que su presión estaba muy alta, además presentó otra serie de dolores, tanto en sus dientes, como también en su cabeza.
"Luego de varios días, desde el 10 de julio, me operaron y no pude ver a mi hijo porque, según lo que me explicó el doctor, había tragado meconio (primer excremento de los recién nacidos) dentro del vientre y se encontraba muy grave", añade Sussan.
Debido a esto, la salud del pequeño Vicente se complicó aún más y fue traslado de urgencia al hospital Van Buren de Valparaíso. Sin embargo, a los pocos días fue derivado al hospital clínico de la Universidad Católica, en Santiago, puesto que la salud de este bebé había empeorado.
"Íbamos viajando a Santiago porque nos habían llamado para avisarnos que Vicente se encontraba grave. Lo recuerdo claramente", dice Ismael para luego añadir que "suena mi teléfono a la altura de Malvilla y me avisan que mi hijo había fallecido".
Sussan toma la palabra y esboza una última reflexión: "se nos cayó el mundo. No lo podíamos creer. Nos dolió mucho y todavía nos sigue doliendo como familia, porque aquí hubo una negligencia por parte del hospital de San Antonio. Nosotros no queríamos denunciarlo, pero por culpa del hospital mi hijo falleció. No sé por qué no me operaron cuando tenía fecha. Porque por culpa de ellos hoy mi hijo no está", dice con un llanto contenido, pero con su cara llena de lágrimas mirando esa placa en el Parque del Sendero que dice Vicente Paz Nilo. J