Lolita de 15 años fue secuestrada, golpeada y abusada sexualmente
Una joven de quince años salía de la casa de sus abuelos, en Llolleo, cuando una camioneta Ssangyong negra la interceptó. Un hombre provisto de cuchillos y una pistola la obligó a subirse al vehículo. Era la noche del domingo 30 de agosto. Dentro de la vivienda de sus abuelos el televisor estaba a todo volumen. No alcanzaron a escuchar sus desesperados gritos.
Su captor, quien la había perseguido durante semanas, aprovechó un descuido de los familiares de la menor para perpetrar su feroz ataque. Ellos la habían cuidado celosamente desde el 14 de agosto, fecha en que la estudiante de segundo medio comenzó a recibir mensajes amenazantes en su cuenta de Facebook, pero bastó con que la adolescente se asomara a la calle para ver si su madre venía en camino para que él la secuestrara. La había estado observando todo el tiempo.
Ataque
El victimario huyó del lugar a toda velocidad. Según cuenta la madre de la jovencita, se internó en las calles que colindan con la desembocadura del río Maipo en Tejas Verdes.
Bastaron unos minutos para que se hicieran realidad sus repetidas amenazas. La golpeó, le cortó los pechos y le dejó una firma para que no olvidara jamás el horrible momento. Con un cuchillo trazó en el brazo de la niña una letra E, inicial del apellido del secuestrador.
"Se la llevó al estero. Le empezó a quitar la ropa y la tiró al agua. Primero las zapatillas, después el polerón y así comenzó a desnudarla", relata su madre de la víctima.
"La pudo haber matado y violado. Esa era la intención de ese hombre, pero ella se resistió. Después fue en la camioneta a comprar copete a una botillería del sector, entonces mi hija aprovechó y arrancó prácticamente desnuda. Llegó a la casa desesperada y en shock", agrega la progenitora de la estudiante llolleína.
De acuerdo al relato de la madre, la joven fue llevada al hospital Claudio Vicuña y luego se informó a Carabineros. A pesar de que conoce perfectamente a quien perpetró el ataque, porque era apoderado del mismo curso que la lolita, él sigue en libertad.
"Desde entonces mi hija ha estado súper mal. Está deprimida y a penas quiere comer", relata su madre al borde del llanto. Por más que intentaron, no pudieron evitar la agresión.
Amenazas en facebook
La joven estudiante comenzó a recibir mensajes de contenido sexual el 14 de agosto pasado. Asustada le contó a su madre y fueron a la PDI a presentar la denuncia respectiva.
En cada uno de los textos, el captor, quien tendría poco más de 30 años, le hacía ver que estaba siendo observada. Le dijo que la había visto comprando el pan en un almacén cercano a su casa en Llolleo, e incluso que logró ingresar al colegio en que estudia.
El día que acudieron a la policía todo empeoró. "Kalmao noma te pillo y te voy a tajiarte entera", decía textualmente uno de los mensajes en que presumía amistad con las policías para intimidarla aún más. "Tengo la grabación (de su declaración) en mis manos", llegó a enviarle.
El último de los mensajes fue enviado minutos después del brutal intento de violación. "Y te gustaron estos tajitos o no? harto rico ke tení esos cachetitos jaja, me dejé esa cadenita de recuerdo de ke te violee", escribió el sujeto.
"Este sicópata le mandó eso burlándose. Se quedó con una cadena que le habían regalado. Es un enfermo. Tenemos miedo de que pueda volver a hacerle algo a ella o a cualquiera de nosotros", relata la madre de la adolescente.
"Agradece que no te mate y te viole nomaa", agrega el hombre en el mensaje.
miedo
"Nosotros después de esto vivimos con mucho miedo. Sabemos perfectamente de quién se trata. Por lo que decía lo supimos de un comienzo. Yo lo ubicaba porque su hijo era compañero de curso de mi hija", revela la mujer, quien no entregó su nombre para proteger la identidad de la menor.
"Tengo miedo porque así como vino una vez, puede volver y porque está mirado. Le decía todo lo que hacía. Nosotros somos una familia numerosa. Un primo la estaba cuidando día y noche, él sabía hasta el nombre y se aprovechó de un descuido para hacer lo que hizo", finalizó la madre. J

