Nahuel Donadell El más chico del fútbol quiere crecer en el SAU
Nahuel Donadell Alvarez (24 años) es tan chico que hasta John Agüero, el pequeño, hábil y veloz puntero de San Antonio Unido es más grande, aunque por 2 centímetros.
Con un metro y 58 centímetros, el volante nacido en Mendoza (30 de marzo de 1991) ostenta el título de ser el futbolista profesional más bajo en todo Chile. "Una vez salí en el diario como el jugador más chico del fútbol chileno. Fue en El Mercurio, cuando estaba en la Unión (Española)", recuerda con una sonrisa el hombre que usa la casaquilla "11" en el San Antonio Unido de Jorge Miranda Kirk.
Su porte no lo complica, porque sus sueños de grandeza están intactos, a pesar del sinuoso camino que le deparó el fútbol. No ha sido fácil, porque desde que se inició en su país natal, y en Chile también, ha debido sortear innumerables obstáculos que retrasaron su consolidación.
El argentino ("todavía no tramito la nacionalidad, estoy en eso") hace 9 años se vino a Chile a probar suerte en el fútbol. "Me vine a Chile en 2006, me trajo un representante que me vio en Racing, cuando me estaba probando en Buenos Aires. Estuve un año en Argentinos Juniors y cuando vi que me iban a dejar libre me fui a probar por mi cuenta", recordó el volante de creación.
Partió en una escuela de fútbol en Mendoza que "tenía la ventaja que nos llevaban a Buenos Aires a probarnos a equipos grandes. Fui a Boca, Lanús, San Lorenzo, Racing y en uno de esos viajes me quedé en Argentinos Juniors. Siempre hacíamos esos viajes, íbamos 30 y nos devolvíamos 25. La dirigía un ex futbolista, Ariel Gómez, y tenía muchos contactos en Buenos Aires".
En su ciudad natal las opciones de hacer una carrera como futbolista profesional eran mínimas y por eso todos los niños que compartían ese sueño estaban obligados a dejar todo para emigrar a la capital. "En Mendoza ni siquiera estaba Godoy Cruz en Primera, eran puros equipos en Primera B y ni eso. Para un mendocino lo mejor era irse a jugar a Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe", explica Nahuel.
-Claro, pero creo que ahora se ven más argentinos, sobre todo de Mendoza que se vienen a jugar acá. He conocido un montón de futbolistas que se vienen a probar a los clubes. Como llevo tiempo acá, trato de acogerlos. Cuando llegué a Chile en Audax estaba Franco Di Santo, y él me ayudó, porque venía de la misma escuela de fútbol de Mendoza.
Emigrar
A los 14 años Nahuel Donadell se vino a Chile. Un año antes dejó a su familia en Mendoza y fue a probar suerte a Buenos Aires.
Llegar a la ciudad del Obelisco fue un golpe para el pequeño volante. "Me costó más cuando me fui a Buenos Aires. Chile está más cerca. A Buenos Aires me fui a los 13. Fue difícil y me sirvió para despegarme de la casa y de experiencia también. Cuando me vine a Chile ya estaba más acostumbrado a estar lejos de la familia. Aparte que estaba más cerca de Mendoza y podían viajar a ver a mis viejos más seguido. En Buenos Aires me costó muchísimo, mucha tristeza de por medio, porque viajaba, estaba un par de días en Mendoza y me tenía que devolver. Eso fue duro.
-Buenos Aires es otro mundo, es una metrópolis de Argentina, es una ciudad grandísima, no me adapté. Los porteños no son muy acogedores con la gente de provincia. Eso me mató, ir al colegio, ir a entrenar a Argentinos Juniors también me costó. Me sirvió de experiencia, porque cuando llegué a Chile estaba más maduro.
-Es el "Semillero del Mundo", así le decimos allá al club. Donde entrenábamos había un mural, con los nombres de todos los grandes jugadores que salieron del club y fueron figuras a nivel mundial: Riquelme, Maradona, otros más viejos. Había una lista gigante. Estuve con el hermano de Riquelme, fuimos compañeros y peleábamos por un puesto. Era complicado, porque era el hermano de Riquelme, quien es muy respetado en el club. Fue una etapa dura para mí, aprender, adaptarme, cuando llegué a Chile estaba más preparado.
-Para un jugador la experiencia es lo que más marca. Por ahí te pueden dar consejos, decirte cosas, pero cuando las vives aprendes. Estando allá aprendí a ver el fútbol de otra manera, distinta a la de Mendoza, eso nunca lo había visto. Que tus propios compañeros te puteen, hasta en los entrenamientos. Ahí viví el fútbol de verdad, porque a los 12 ó 13 años ya estás compitiendo por jugar, por pelear un puesto. Acá no se ve mucho, porque a esa edad están recién en una escuela de fútbol aprendiendo.
-Igual fue un poco complicado, a veces me perdía en el Metro, tuve un par de anécdotas, pero no me costó tanto, porque para mi era mejor estar en Santiago que en Buenos Aires, en todos los sentidos. Viajaba a mi casa más seguido, mis papás podían venir. Además me acogieron muy bien, tuve la suerte de conocer a un amigo de mi representante, quien fue la persona que me acogió, me llevó al colegio, me compraba ropa, me alimentó. Guillermo Muñoz, le digo "El Choro", fue muy importante para mí.
Comienzo difícil
Cuando Nahuel llegó a Chile se probó en Colo Colo y Audax Italiano. En la mañana se iba al Monumental y en la tarde a La Florida. Los itálicos lo escogieron, pero ahí empezaron los problemas, porque por su corta edad no podía jugar en Chile: un reglamento de la Fifa lo impedía.
"Cuando supe de esa ley para los extranjeros se me vino el mundo abajo, porque quería jugar. Llevaba como 5 meses en Chile y no podía jugar. Mi mamá viajó a hacer los trámites y demoraron tanto que cuando estaba listo, y tenía los papales ya tenía los 18. En Audax tampoco pude jugar y me dijeron que me fuera.
-En el Audax como vieron que mi tema se iba a demorar mucho, me dijeron que no siguiera, llegué a Santiago Morning, nada más que para entrenar, para mantenerme, porque sabía que no podía jugar. Estuve sin club más de un año, que era el objetivo por el que vine a Chile.
-Nunca pensé en dejar el fútbol, pero sí devolverme a Mendoza y buscar un club allá. Justo ahí llegó la opción de probarme en la Unión. Eso fue en noviembre de 2008. Me fue bien, me quedé ahí, empecé a jugar. Esperé tres años y medio para jugar. Llegué directamente a la juvenil, en la segunda ronda. Me cambió todo, los momentos que viví en Unión fueron buenísimos.
-Es un muy buen club. Tuve la oportunidad de ser campeón con la juvenil en 2010, después ir a la Copa Libertadores Sub 20, donde hicimos un gran papel, terminamos cuartos. Viví momentos lindos, campeón en Primera con la Unión. No participé mucho, entraba en los segundos tiempos, pero me sentí parte del plantel.
-Llegué en noviembre del 2008 a la juvenil, estuve un año y en 2010 subí al primer equipo. En 2009 alternaba y a finales de ese año me hicieron contrato. Mi primer partido fue en la "Noche Hispana" contra Colo Colo, jugamos en Santa Laura. Y el primer partido oficial, fue al otro fin de semana, de titular contra Cobreloa. Andaba bien y el "Coto" Sierra estaba cuidando jugadores para jugar la pre Libertadores contra Tigre.
-Un buen técnico, aprendí mucho. En la juvenil lo tuve dos años, él me subió al plantel y después lo tuve dos años y medio más como técnico en el primer equipo. El me subió, me hizo debutar, me gusta mucho la manera que tiene de trabajar, mucho reducido, mucha posesión de balón, su pensamiento del fútbol, también me gusta.
-Me quedó como una espinita clavada, porque siento que tengo las condiciones. Era juvenil, pero había jugadores importantes como Mauro Díaz, Emiliano Vecchio, Martín Ligüera. Y más en mi puesto, jugar de "10" es una posición importante, el volante de creación. Tuve varias oportunidades y creo que no las supe aprovechar. Tal vez ser más trascendente en un partido, siento que cumplía más que destacar. Espero tener mi revancha en algún club de Primera División en Chile.
-Había mucha competencia, en la Unión, la mayoría de las veces entraba como delantero, por derecha o izquierda y en mi puesto me costaba. Ahora me siento más maduro y creo que me puedo adaptar a diferentes puestos. Ahora mismo en San Antonio estoy jugando por fuera, que no es el puesto que más me acomoda, pero trato de cumplirle al profe y al equipo.
-Salí de Unión en 2013, me fui a Puerto Montt. Busqué opciones, tenía la posibilidad de ir a Everton, no se dio, así es que salió Puerto Montt. Creo que fue un buen año. Jugué todos los partidos con el profe Gerardo Silva y estuvimos a punto de ascender.
-Esa final con Iberia en Puerto Montt fue bonita vivirla. Uno siempre quiere ganar y lograr cosas, pero estar ahí fue lindo en ese momento ver a la gente, a mi familia en el estadio.
-Una hermosa ciudad, lindísima. Creo que "la Vieja" Reinoso nos hacía jugar muy bien al fútbol, todos hablaban de nosotros. Nos faltó más protagonismo en la primera rueda y sacar más puntos. Habríamos peleado el campeonato hasta el final junto a Puerto Montt y San Antonio, pero esos puntos que no ganamos nos hicieron falta, era muy difícil alcanzarlos.
-Claro, nos faltó campeonato, la típica frase, pero prefiero rescatar las cosas buenas, jugué la mayoría de los partidos.
-Me llamó Marcelo Palma, me contó que estaban armando un buen proyecto, hablé con el profe y con la gente de Valdivia, que me quería de vuelta. Ahí tomé la decisión. J
San Antonio Unido jugó cuatro partidos este torneo y es un equipo en formación. Esa es una de las razones de la irregular campaña, que tiene dos triunfos y dos derrotas. "Puede ser que nos estamos adaptando, pero nos conocíamos la mayoría. No sé si mi rendimiento pase por ahí. Debemos aprender que nuestra forma de jugar nos va a llevar al triunfo, no preocuparnos tanto del rival .
-Creo que sí, que vamos a pelear hasta el final. Lo importante ahora es estar entre los 6 y después se verá.
Nahuel Donadell estuvo en las inferiores de Argentinos Juniors. De Mendoza se fue a Buenos Aires.
En Chile pasó por Audax, Unión Española, Puerto Montt, Deportes Valdivia y ahora llegó a San Antonio Unido.
Nahuel Donadell cree que está al debe en este SAU. Jugar como delantero le cuesta al volante de creación nacido en Mendoza. Confiesa que de a poco entiende lo que quiere el DT del SAU.