La nueva vida del reponedor que temía morir en el sueño
Contentos. Es el adjetivo preciso para describir el sentimiento de la familia de Héctor Concha, conocido reponedor de supermercados que padece apnea del sueño, enfermedad que perfectamente le pudo causar la muerte.
Hace algunos días Diario El Líder dio a conocer el calvario que vivían la esposa e hijas del trabajador "Al despertar siempre estaba el miedo que él estuviese muerto por un ataque respiratorio", decía su mujer en agosto pasado.
Es que esta enfermedad, que afecta principalmente a niños, también es diagnosticada en adultos, como le ocurrió a este sanantonino, quien tras un examen que parecía rutinario, terminó enterándose que sufría de esta mortal patología.
"Pasé por varios lugares antes de que me diagnosticaran la apnea. Hasta que llegué a la Clínica del Sueño (ubicada en Vitacura) y me confirmaron lo que sucedía. Cuando me lo dijeron pensé: 'bueno, lo que tenga que durar, duraré'", confesó Héctor.
Lo cierto es que cuando venía en dirección a San Antonio desde la Región Metropolitana, su esposa María Angélica Durán lo contactó para saber cómo le había ido en su examen. Esto porque Héctor debió pasar toda una noche en la mencionada clínica conectado a una serie de máquinas para analizar la forma en que este sanantonino dormía.
"Le dije que me habían diagnosticado apnea y las consecuencias que tenía. También le mencioné que me podía ir en el sueño porque llega un momento en que no respiro más y yo no me doy cuenta", manifestó.
La única solución para este vecino de la 30 de Marzo era conseguir una costosa máquina, la cual advierte a las personas que padecen apnea cuando dejan de respirar.
"Llegué a la casa y mi esposa junto a mi hermana me dijeron que tenían todo organizado para comprar la máquina. Con un sobrino habían gestionado todo para hacer un evento a beneficio y así reunir los fondos para comprar esta máquina", contó.
Mejor vivir
Gracias a los aportes que recibieron en una fiesta ranchera que organizaron en la sede de Torino, la familia de Héctor consiguió el dinero necesario para comprar esta valiosa máquina.
"La verdad es que en los primeros días la sufrí un poco, porque me costó acostumbrarme. Pero después salió todo bien y ahora duermo mucho más tranquilo y también mi familia", explica el reponedor.
Respironics es el nombre de este artefacto, el cual está compuesto por una máscara y una caja, en la cual se introduce agua destilada para humanos. Esta es procesada y genera oxígeno.
"En las noches me pongo la máscara y desde ese momento no puedo hablar más. Además tampoco puedo respirar por la boca, solo por la nariz, porque por ahí me entra el oxígeno. En la caja se almacenan todos los datos sobre cómo estoy respirando y estos se guardan en una tarjeta de memoria, la cual se la tengo que mandar a la empresa que fabrica la máquina. Esta me envía un informe de cómo estoy respirando y estos datos se los muestro al doctor", describió.
Además detalló que "cuando no estoy respirando suena un pito que alerta a mi familia. En verdad nos mejoró la calidad de vida a todos".
Su mujer expresó que durante los primeros días "no dormí nada para estar atenta a que mi marido no se sacra la máscara. Además teníamos que ver que la máquina funcionara bien".
"Ahora con mis hijas estamos mucho más tranquilas. Dormimos muy bien. No andamos con sueño y no pasamos la noche a saltos. Incluso ahora nos despertamos temprano. Él (Héctor) también anda bien, más descansado y de mejor animo. En verdad la máquina nos mejoró la calidad de vida", culminó María Angélica. J
La familia Concha Durán quiso agradecer a todos sus familiares, amigos, vecinos, al club deportivo Buenos Amigos y la Municipalidad de San Antonio por haber ayudado a Héctor Concha en la obtención de esta preciada máquina que mejoró considerablemente la calidad de vida de esta familia.
"Ante tanta ayuda que recibimos solo nos queda agradecerle a todos", dijo Héctor Concha.
"Ahora
dormimos muy
bien y no
pasamos la
noche a saltos",
María Angélica Durán