Rihanna brindará hoy un show lleno de energía Rihanna brindará hoy un show lleno de energía
Ni la nariz. Hasta la tarde de ayer no se había visto ni una señal de Rihanna, quien aterrizó a las 7.10 de la mañana de ayer en el aeropuerto Arturo Merino Benítez. Sin embargo, ello no fue impedimento para que algunos fans ya palpiten la atmósfera "Rihanna en Chile". Pocos, pero notorios.
Así se vio ayer en las afueras del Estadio Nacional, donde más de un centenar de seguidores hicieron fila para asegurar su puesto en el show de esta noche.
Los más sacrificados fanáticos aseguraron haber llegado el jueves al recinto de Ñuñoa, y haber soportado incluso los días de frío y lluvia que se dejaron caer desde entonces en la capital.
Sin embargo, su propia organización les ha permitido sortear los días de campamento sin exagerar el sacrificio, a través de turnos para mantenerse en la fila sin perder el número.
Casi todos esos seguidores tienen entrada a la ubicación Diamond, un triángulo ubicado frente al escenario, con ubicación privilegiada respecto incluso de Cancha Vip, y por la cual pagaron cerca de $240 mil.
Pero, a diferencia de anteriores visitas de otras divas, no hay una euforia galopante, y eso tampoco sucedió en las afueras del hotel, donde sólo una quincena de fans se dejaron ver en las primeras horas de la tarde de ayer en la Plaza Perú, frente al Hotel W, que de todos modos está completamente cercado.
pura energia
Rihanna cumplió con su papel en la sexta jornada del Rock in Río y ofreció a los miles de cariocas que asistieron a su concierto un espectáculo lleno de energía, pero en el que también hubo espacio para algunos momentos de intimidad. Su show deslumbró, previo a su actuación de hoy en nuestro país.
La salida de la cantante de Barbados al escenario supuso el momento de éxtasis que miles de jóvenes, muchos de ellos acompañados por sus progenitores, habían estado esperando durante toda esta sexta jornada del festival.
La cantante de 27 años comenzó su espectáculo a lo grande, emergiendo de una nube de humo que cubría un escenario teñido de rojo por las luces, para empezar a cantar los temas más potentes de su repertorio, empezando por la emblemática "Rockstar 101". Acompañada de un grupo de bailarinas vestidas de blanco, que también hacía las veces de coro, Rihanna se entregó a sus habituales movimientos provocativos sobre el escenario mientras cantaba temas como "Only Girl (In the World)" y la polémica "S&M", cuyo vídeo llegó a ser prohibido en diversos países por su contenido sexual.
Temas como "We Found Love", "FourFiveSeconds" y "Diamonds" llevaron a los aproximadamente 85.000 asistentes que aún abarrotaban la 'Ciudad del Rock' a bailar y a cantar de manera casi compulsiva. J