Furiosa. Así se encontraba Kassandra Serrano (21) luego de pasar más de 11 horas en el servicio de Urgencia del hospital Claudio Vicuña.
Esta vecina del sector de Bellavista llevó a su pequeña hija hasta el recinto de calle Luis Reuss, porque presentaba un cuadro febril hace varios días.
"Hace un mes que mi hija está con fiebre. Ella recién tiene 9 meses y me preocupa mucho que no le baje la temperatura. Por eso fui al hospital para que los doctores la vieran y me dijeran qué es lo que tiene. No es normal que le dure casi un mes la fiebre", manifestó la mujer.
Kassandra llegó junto a su pequeña Alís Manosalve hasta el servicio de Urgencia a eso de las 10 de la mañana. Asegura que tuvo que esperar dos horas para que recién le recepcionaran sus documentos.
"Como al mediodía me atendieron y me tomaron los datos. Si ya estaba enojada porque se demoraban mucho y veía que no atendían a nadie, imagínate cómo estaba cuando pasaban y pasaban las horas y no llamaban a mi hija", agregó.
Lentamente comenzaron a avanzar los minutos y cada segundo se hacía eterno para esta joven madre sanantonina.
"Había mucha gente y seguía llegando. Lo único que supimos era que había una persona enferma y que se encontraba mal. Pero nadie nos salió a dar ninguna explicación. Uno igual ve gente que llega y está muy mal y nadie hace nada", aseguró.
Las horas habían pasado y "uno no puede salir porque puedes perder tu turno. No podía ni salir a comer, menos mal que llegó mi esposo y me trajo algo para alimentarme. Otras personas, en cambio, aparte de estar enfermas tenían hambre y no se podían mover de Urgencia".
Una de ellas fue una muchacha que concurrió hasta el recinto asistencial junto a su hijo. Según detalló Kassandra, esta mujer "estuvo mucho rato con su bebé esperando y se le acabó la leche preparada que traía. Parece que ella no podía dar pecho".
Como testigo de esta situación y viendo que el bebé no paraba de llorar de hambre, ella se ofreció para amamantarlo.
"Me dio mucha pena el niño, porque cuando uno es madre sufre cuando ve a otros bebés llorando y enfermos. Se notaba que tenía hambre y le ofrecí a la mamá darle pecho para que se calmara", contó.
La madre de este niño, de aproximadamente un año, aceptó el gentil ofrecimiento de Kassandra, quien no tuvo ningún inconveniente para darle leche.
"Esta mamá pensó que se iba a demorar menos en el hospital y se quedó corta de leche. Para que vea que se demoraron un montón en atendernos. Yo estaba desesperada y nadie nos daba alguna información acerca de la lentitud", insistió.
A las 21.30 horas atendieron por fin a la pequeña Alís, quien pasó, durante aquella larga jornada, por diferentes estados febriles. "Es el colmo. Es denigrante pasar por esto solo porque no tenemos recursos", cerró la madre. J
En el hospital Claudio Vicuña de San Antonio explicaron que "el lunes el tiempo de espera en la Urgencia Pediátrica superó las seis horas, lo cual fue informado por el médico de turno, que durante gran parte de su jornada laboral atendió a un niño en estado de gravedad".
A su vez recomendaron que "para evitar largas esperas solicitamos a los usuarios con problemas de salud menos graves concurrir a sus consultorios más cercanos, ya que el servicio de Urgencia no atiende por orden de llegada, sino que según la gravedad de la patología".