Llolleínos se amanecieron en maratón de canto a lo divino
Ya son pasada las tres de la madrugada del reciente sábado en la capilla San Francisco de Asís, en el sector de La Campiña, en la parte alta de Llolleo. Y lo que sucede en el salón principal de este templo religioso es tan importante como la enorme labor que realiza un grupo de mujeres en la cocina de este mismo recinto.
Son 18 cantores. 17 de ellos superan con creces los 70 años y solo una adolescente de 15 años es la cuota de juventud necesaria para mantener esta antigua tradición del canto a lo divino.
Gonzalo Ampuero Soto es uno de los organizadores de la celebración del santo patrono San Francisco de Asís. La organización partió en junio para que en octubre todo salga a la perfección. "Dentro de todas las actividades que realizamos en la capilla está el canto a lo divino que es lo más esperado por nuestra gente", explica Ampuero.
Esta tradición nació en 1619 cuando un grupo de Jesuitas llegó hasta el sector de El Convento, Santo Domingo, para evangelizar a los indígenas de la zona.
"Esta es una costumbre muy antigua y lo que buscaba en su tiempo era evangelizar a la población a través del canto, que está escrito en versos. La idea es dar gracias a Dios y a todo lo que Él nos da", resume.
A medida que pasa el tiempo esta tradicional forma de conectarse con Dios ha ido desapareciendo. Sin embargo, varios vecinos del sector de La Campiña se niegan a que se extinga.
"Es muy lindo lo que provoca este canto, porque la gente ora de una manera distinta y lo hace durante toda la noche. Toda la noche hay cantores que rezan a través del canto y se acompañan de una guitarra. A medida que pasan las horas, un grupo de mujeres prepara vino navegado, consomé, sopaipillas, cazuela para que los protagonistas se alimenten. Ellas son muy importantes. Lo que se busca es rescatar, incluso, hasta la comida típica como te nombre", culmina Ampuero, luego de una larga noche. J