En junio de este año un grupo de socios del club Torino presentó al concejo municipal una serie de denuncias sobre su institución. En un documento de 6 páginas acusaron perjuicio al patrimonio del club, falta a la probidad, incumplimiento grave de los estatutos internos y reiteradas negligencias administrativas.
Después de unas semanas el concejal independiente Ricardo García inició una investigación para determinar la veracidad de las denuncias de este grupo de hinchas azulgranas.
Tras escuchar a ambas partes hace dos semanas el concejo derivó la investigación al área jurídica de la corporación, pero García recopiló una serie de antecedentes que ponen en riesgo el comodato por 99 años que la institución posee en la circunvalación Los Aromos, de Llolleo. "Si el área jurídica determina que se cayó en la ilegalidad, Torino puede perder el terreno", anticipó sobre los resultados del informe de los abogados municipales, aunque no descartó enviar la denuncia a la Contraloría.
Las denuncias por falta de probidad (por los 50 mil dólares que el club recibió por la transferencia de Humberto Suazo al Monterrey sin rendición de cuentas de por medio), los incumplimientos de los estatutos (convocatorias a asambleas de socios, del directorio y rendición de cuentas) y las negligencias administrativas (integrantes del directorio que por años no participan) pasan a segundo plano cuando García presenta los antecedentes sobre el perjuicio al patrimonio del club.
El concejal recordó que a la tienda azulgrana recibió un terreno en comodato en agosto de 2006; sin embargo, la primera sorpresa que encontró el concejal fue un certificado del año 2000 del Ministerio de Transportes, en el cual se constata que el predio donde está la cancha de Torino pertenece a la empresa de transportes Nueva Buses San Antonio.
De acuerdo a la información del concejal el presidente del club Luis Hernández es socio de esta empresa y cree que arrendó el terreno para estacionar las micros. Esa es materia de investigación.
Pero lo más grave según Ricardo García es el contrato que el club firmó con la Sociedad Concesionaria de Estadios de San Antonio en enero de 2013. "Averigüé con un abogado y me dijo hay un problema grave, porque no pueden hacer sociedades a espalda de la municipalidad si existe un comodato, que le exige usar el terreno para fines deportivos. Aquí hay un problema a la luz de los antecedentes", aseguró.
De acuerdo a este contrato la concesionaria debía cancelar cerca de 200 millones de pesos por usar el terreno y pagar 500 mil pesos al mes por la cancha. "Esto es un arriendo a todas luces, algo que no pueden hacer en un comodato, porque es negocio", explicó.
Aparte García tiene el testimonio de un privado, quien asegura que en una corredora de propiedades de la zona le ofrecieron el arriendo de parte del terreno del club, por 45 millones de pesos.
García, a la espera del fallo del área jurídica municipal, plantea que una solución es un cambio de directiva, pero no descartó enviar el caso a Contraloría y ahí Torino podría perder su complejo deportivo. J