Celebraron sus cincuenta años de egreso del liceo
Pelea campal de borradores, entre los hombres y las mujeres del curso. Uno de los borradores le cae en plena cara a la inspectora del Liceo Juan Dante Parraguez. Silencio absoluto en la sala. Con una mirada fría y una sonrisa, ella pregunta quién fue y Ana María, una de las mateas del curso, se para y detrás de ella el curso completo. Furia de la inspectora y castigo para todos, pero eso sólo mostró una amistad que se mantiene inclusive cinco décadas después del egreso del sexto C.
Así como ésta, fueron cientos las anécdotas que comenzaron a surgir ayer, durante la celebración de los cincuenta años del egreso del curso desde el colegio. Aunque esta celebración comenzó el viernes en la noche (ver recuadro).
"Ellos eran muy unidos; por ejemplo, se iban todos a estudiar a mi casa, se iban caminando y mi hija les ayudaba y siempre se portaron bien, siempre sanos, nunca quejas, siempre inocentes. Los conozco a todos", explicó con seriedad Blanca Estrella Urzúa, una de las apoderadas del curso, quien con sus 99 años llegó junto a su hija a celebrar a la promoción de 1965.
Quienes también asistieron a esta conmemoración fueron las profesoras Francisca López (que hacía Castellano aclaró) y Margarita Sepúlveda, quien estaba a cargo de dictar Inglés al curso.
"Era un curso de niños, hacían bromas, jugaban, pero eran sanos", dijo Francisca.
"De aquí salieron muchos profesionales. Es que todos eran chiquillos buenos", agregó con orgullo Margarita.
Durante la ceremonia se leyó la lista con los nombres de los compañeros que ya no están, pero que siguen siendo recordados y también se descubrió una piedra memorial, donde se destaca el compañerismo de este grupo que se reúne todos los años sagradamente.
"No nos juntamos tanto como grupo, pero sí tratamos de vernos siempre, hay una mística que se mantiene hasta el día de hoy", completó Ana María Bruna, una de las ex estudiantes del curso.
La cimarra
"Hay una talla muy buena, porque una compañera era hija de los dueños de los cines de la región, entonces se paraba frente al curso y decía hoy hay tal película e íbamos todos, no faltaba ninguno. Entonces empezábamos a entrar al cine y decíamos atrás pagan, atrás pagan y al final pasaba la hija de los dueños y saludaba, nos pasaba a todos gratis, pero nunca ninguno dijo que no. Fuimos desde siempre muy amigos", contó Ana María Bruna. J
"Esta fue la primera vez que se premió a la paradocente Elva Hidalgo con la estatuilla Pensar Chile y se realizó un especial reconocimiento con diplomas y flores para los profesores que pudieron asistir", contó Sergio velasco, uno de los promotores de la actividad y ex alumno del tradicional Liceo sanantonino.