Fantasmas, leones y matrimonio: estas son las historias de Juan Jofré en el estadio municipal
El león estaba a punto de arrancarle el brazo a un hombre cuando Juan Jofré apareció sorpresivamente. La lucha con la fiera -de uno de los tantos circos que llegó a instalarse en el terreno del estadio municipal de San Antonio-, se extendió por varios minutos.
"Le tiré agua, le gritaba y no quería soltar al pobre cuidador. Cuando llegué lo vi colgando de la jaula, porque el león lo había mordido en el brazo y no lo quería soltar. Desesperado comencé a mirar para todos lados hasta que encontré un fierro y le pegué al animal. Recién ahí lo soltó", recuerda Jofré.
Pese a que había logrado quitarle de su mandíbula al cuidador del circo, Jofré se percató que el maltrecho hombre había perdido mucha sangre, el charco que lo rodeaba era considerable.
"Llamé de inmediato a Carabineros y ellos se lo llevaron hasta el hospital. Gracias a Dios se salvó y también no perdió su brazo. Eso sí, nunca más lo vi", rememora.
Juan Jofré Vera tiene 60 años y 41 de ellos los ha dedicado al quehacer municipal. Por 21 años se desempeñó como administrador del estadio Municipal Doctor Olegario Henríquez, hasta que en 2012 un paro cardiorrespiratorio le dijo basta...
"Aprendí que el trabajo no es lo más importante. Durante todos los años que trabajé nunca me tomé vacaciones y no salía del estadio. Era 24/7. Y eso me pasó la cuenta. No me daba cuenta, pero estaba enormemente estresado", dice ahora más tranquilo.
EL PRESI EN HELICÓPTERO
Jofré Vera desde que sufrió el infarto dejó de dedicarse en demasía al cuidado del estadio. Ahora la administración del recinto deportivo está en manos de Manuel Hernández y Manuel Vera, mientras que Jofré cuida de las inmediaciones desde las 15 a 00.00 horas.
Su vida cambió, dice. Ahora disfruta de la familia, sus tres hijos y su amada esposa. Realiza sus trámites y tiene tiempo para él. "Pero igual estoy siempre preocupado. Ya no voy a cambiar. A uno le gusta esto, pero trato de darme mi tiempo. Salgo, voy al mall, porque antes ni si quiera lo conocía", revela.
"La pega del estadio no sé si la podría realizar cualquier persona. No es difícil, ni nada por el estilo, pero sí hay que dedicarle mucho tiempo. También hay que saber tratar con los atletas, entrenadores, jugadores, alumnos y todo el mundo", asegura.
Juanito como le dice la mayoría de los asistentes al recinto, ha vivido grandes experiencias en el estadio. Tiene varias como la del circo y el león que casi se come a su cuidador porque tenía hambre.
Cuenta que por su trabajo ha aprendido a relacionarse con cada persona: desde el más humilde atleta hasta el Presidente de la República.
"Cuando Eduardo Frei Ruiz-Tagle era Presidente vino a San Antonio en un helicóptero y aterrizó en el estadio", recuerda.
"Ya había venido en otras ocasiones y me conocía. Lo recuerdo como una persona muy amigable, humanitaria y simpática", describe en relación a Frei que gobernó entre 1994 y 2000.
El día anterior a la llegada del mandatario, Jofré había ordenado y limpiado hasta el último recoveco del municipal.
"Estaba soplado. Cortamos el pasto el día anterior y por lo mismo, cuando uno corta queda césped en la cancha. Como yo sabía eso me anticipé a la jugada. Llegó el Presidente, se bajó del helicóptero y mientras caminaba por la cancha, sus zapatos se empezaron a llenar de pasto. Entonces hablé con sus escoltas y les pedí un lustrabotas y cuando salió de la cancha le dije al mandatario que se detuviera para limpiarle sus zapatos", cuenta.
-Se puso muy contento y me agradeció. Conversó conmigo un rato y después se fue. Sus escoltas me agradecieron.
LA NOVIA DE LA NOCHE
Juan Jofré dice que cada vez que algo grave iba a pasar, una extraña novia fantasma se aparecía en las noches por el estadio.
"No se le veía el rostro, pero se dejaba ver por la galería, luego saltaba la reja que la separa con la cancha y desaparecía a medida que cruzaba el terreno", confiesa.
"No me acuerdo qué pasó cuando la vi por primera vez, pero algo malo ocurrió. Lo cierto es que cuando la vi por última vez, fue días antes del terremoto del 2010", agrega.
En esa ocasión, Jofré se encontraba junto a uno de sus hijos. El rumor de una novia que aparecía en el estadio ya era conocido dentro del círculo deportivo que entrenaba en el recinto.
Aquel día la luna brillaba más que nunca. La noche estaba clarita, como reconoce Juanito. Su hijo lo acompañaba en la última ronda antes de ir a dormir.
"Íbamos caminando cuando la vimos. Apareció en la mitad de la galería, por abajo. Pasó como volando por encima de la reja y se metió a la cancha. Y a medida que la cruzaba desapareció. A los días ocurrió el terremoto de 2010", añade dejando la incógnita.
MATRIMONIO
Juan Jofré tuvo un largo pololeo con su esposa, Patricia Apablaza Gallegos. El romance duró 28 años antes que pisaran el palito.
"Mutuamente decidimos casarnos, por un tema legal. Casi me muero y no quería que mis cosas pasara a otras personas que no fueran mi familia", detalla.
Este fructífero amor dejó un saldo de tres hijos, dos hombres y una mujer. El 12 de octubre de 2012, esta enamorada pareja de sanantoninos contrajo matrimonio en un emotivo lugar para el novio.
"Como estaba medio enfermo, producto del paro que me dio, el oficial civil nos casó en el estadio. Fue al mismo estadio a casarnos jajaja. Fue en la cancha. Fue una ceremonia muy linda y tras ella, en mi casa que está acá mismo, hicimos una cena para todos los familiares y amigos", manifiesta.
-Para mí es todo. He estado toda mi vida acá y es como mi casa. Lo conozco como la palma de mi mano. Me preocupo de él como si fuera mi patio. Es mi hogar, es mi todo, porque aquí soy feliz. J