Tres jóvenes del colegio Gabriela Mistral cuentan cómo es la vida en Nueva Zelandia y Canadá
Un mundo lleno de experiencias inolvidables trajeron a Chile los tres jóvenes estudiantes que viajaron al extranjero para realizar una pasantía lejos de su natal San Antonio. Camila Díaz Gallardo (16), Martín González Farías (17) y Fernando Lizama Navarro (16) son alumnos de tercero medio en el colegio Gabriela Mistral y representan un verdadero ejemplo para sus compañeros y para la juventud sanantonina.
Gracias al programa "Pingüinos sin fronteras", financiado por Corfo, Camila y Martín arribaron a Nueva Zelandia, mientras que Fernando estuvo en Canadá durante el primer semestre. Para felicitarlos por sus logros, ayer el director regional de Corfo, Fernando Vicencio, se reunió con ellos, con profesores del establecimiento y con el gobernador provincial de San Antonio, Manuel Villatoro.
"Ellos vienen retornando de una experiencia inolvidable", afirmó Vicencio, quien dijo que estas posibilidades se dieron gracias al programa 'Pingüinos sin fronteras'. "Ellos llegaron con la idea de ver la forma de cómo mejoramos la ciudad o el entorno en que vivimos", añadió.
"Acordamos con ellos (los tres estudiantes) ir traspasando parte de esta experiencia a otros establecimientos educacionales de la provincia, para que aquellos estudiantes que estén en condiciones de postular, lo hagan el próximo año", aseguró el gobernador provincial.
"La Presidenta nos llama a terminar con la desigualdad... y acá hay una forma importantísima, como dice la Presidenta, de nivelar la cancha y ayudar a que estos jóvenes se transformen en futuros líderes de nuestra provincia", agregó Villatoro.
PUERTO MÁS GRANDE
Para Camila Díaz, la pasantía en Nueva Zelandia fue "un sueño hecho realidad" y por eso recalcó que ninguna meta es inalcanzable "si te lo propones". Además llamó a los jóvenes de la zona a postular al programa "Pingüinos sin fronteras" de Corfo. Ella, que quiere estudiar Ingeniería Civil Industrial, admitió que su estadía en aquel lejano país de Oceanía no hizo más que reforzar su anhelo de llegar a la universidad.
-Fue genial, o sea es impagable. Fue totalmente gratificante porque aprendí demasiado. Conocí gente de otras culturas, y aparte Nueva Zelandia es un país súper particular porque no es como que tú llegas y ves puros neozelandeses; yo llegué y fui a un mall el primer día y me encontré con indios, musulmanes, samoas, gente de Fidji; es un país muy multicultural, tú conoces gente de todo el mundo. Aprendí de muchas culturas. Ahora llego a Chile con esas ganas de hacer crecer a este país, porque tú aprendes otra forma de vida totalmente diferente y quizás mejor, pero te dan ganas de que Chile también llegue a ser así, o sea San Antonio en particular. Allá hay cosas tan básicas como que vas caminando en la calle y la gente te sonríe y te saluda. Son cosas que uno aprende en estos cuatro meses y te dan ganas de saludar a todo el mundo y andar sonriendo por la calle. Fue genial y me siento muy agradecida de haber tenido la oportunidad de haber aprendido tanto.
-A mí me gustaba decirles que San Antonio es el puerto más grande de Chile, aunque ellos pensaban que era Valparaíso; yo les decía que vivo en el puerto más grande de Chile y que es San Antonio. No todos conocían Chile y les explicaba en un mapa; además todos pensaban que acá hablamos portugués. Ahora puedo decir que gente de Nueva Zelandia conoce a Chile y a San Antonio.
-Sí, tengo muchas ganas de volver a ver a mis amigos antes de que salgan del colegio, porque como son de diferentes países, muy probablemente ellos vuelvan a sus países después de terminar.
-Yo prefiero los carretes de acá. Allá no son muy entretenidos porque, por ejemplo, no se escucha reggaetón, entonces bailas hip hop u otra música.
POR LA PATRIA
Martín González también disfrutó mucho de su pasantía en Nueva Zelandia. "Es fantástica la experiencia, el crecimiento personal que nos da es totalmente notorio", dijo.
Este joven, que sueña con transformarse en abogado y antropólogo, aseguró que en Nueva Zelandia tanto el estándar de vida como las instalaciones de los colegios son "totalmente distintos" a lo que existe en Chile.
Obligado a hablar inglés para comunicarse con quienes fueron sus compañeros en Nueva Zelandia, Martín admitió que el uso diario de este idioma le ayudó a mejorar su forma de usarlo.
A juicio de este joven, la forma en que actúan los neozelandeses es muy diferente a la de los chilenos y eso se nota en todas las áreas. "Estando allá, en una ocasión se me perdió una chaqueta, simplemente pensé que la perdería porque eso pasa acá cuando uno pierde la chaqueta, pero al día siguiente me la fueron a dejar porque tenía identificación. Uno no está acostumbrado a ese tipo de amabilidad", contó al recalcar que en Nueva Zelandia la gente se tiene confianza.
-Creo que hay que hacer un cambio de visión sobre cómo relacionarnos entre nosotros, pero también hay que ver el tema de cómo nos separamos mucho, y pensar más como comunidad, estar más apretaditos a la hora de desarrollar cosas.
-Solamente el compromiso es con la Patria.
el presidente
A Fernando Lizama parece no incomodarle hablar frente a las cámaras. Ayer dio una relajada entrevista a los medios de comunicación de San Antonio en la que contó detalles de la pasantía que realizó en Canadá. "Fue una experiencia inolvidable y súper bonita", reconoció.
Recordó que en 2014 la orientadora del colegio Gabriela Mistral entregó a los alumnos la información para postular al programa "Pingüinos sin fronteras" y él decidió hacerlo. "Postulé y nunca pensé que iba a quedar, pero dicen que el peor trámite es el que no se hace" , dijo.
A Canadá llegó a fines de enero y así empezó una aventura que él supo aprovechar. Por lo mismo, agradeció el apoyo de Corfo y de su colegio, ya que "nos abre las alas y este un sueño que nosotros pudimos cumplir, porque muchos desearían estar en otra cultura o en otro país".
Para Fernando, lo más importante de su estadía en el extranjero es que le ayudó a valorar la independencia. "Sabes quien eres, puedes vivir solo y vuelves con una mentalidad totalmente distinta de poder cambiar las cosas en la comuna y en la provincia", enfatizó al señalar que hoy él es presidente del Centro de Alumnos de su colegio y director de la Brigada Juvenil de la Segunda Compañía de Bomberos de San Antonio.
En el país del norte, él pudo ver marcadas diferencias respecto a cómo chilenos y canadienses viven en torno a su país. "Allá ellos se sienten canadienses no sólo el día de la independencia o de la primera junta de gobierno; acá nosotros decimos que somos chilenos cuando juega la selección y para el 18 de septiembre. Ellos valoran a su país y a su nación, y llevan la camiseta bien puesta y tienen un respeto por todos los valores de la familia y las tradiciones", recalcó.
La meta de Fernando es que muchos más jóvenes de San Antonio puedan postular al programa "Pingüinos sin fronteras". Para eso y para muchas misiones más, él está preparado.
"Ellos son un ejemplo para sus compañeros y para todo San Antonio", expresó la profesora jefa de estos tres estudiantes, María Inés Ortiz. J