Jugar fútbol a veces es más que correr detrás de una pelota. El deporte puede servir para ayudar a los niños a salir o prevenir lacras que afectan a las sociedades como la drogadicción, el alcoholismo o la delincuencia.

Las escuelas de fútbol tienen ese doble propósito: uno, motivar a los pequeños a hacer deporte y, el otro, prevenir y aportar con las comunidades donde trabajan.

El programa de Deportes de la Municipalidad de San Antonio organizó un encuentro de escuelas de fútbol en el estadio Olegario Henríquez e invitó a sus pares del Fútbol Calle de Algarrobo (es un programa municipal que se ejecuta en la población Los Claveles); Los Llanos de Bellavista, Instituto Comercial, Teodoro Díaz y las municipales del estadio, Cuncumén y Leyda. Jugaron en tres categorías: Sub 10, Sub 13 y Sub 15, en damas, varones y mixtas.

El organizador del evento, Daniel Romo, explicó que esta actividad fue la antesala de un campeonato que se realizará en el verano, pero el 12 de diciembre tendrán un cierre del año en el mismo reducto de la avenida Barros Luco.

Una de las escuelas invitadas fue la del Fútbol Calle de Algarrobo, a cargo de Guillermo Urquiza, quien contó que este proyecto se desarrolla hace tres años en el balneario, a cargo de la Dideco. "Trabajamos con dos grupos, niños de 6 a 12 años, y otro más grande, con Sub 16 y adultos. Realizamos un trabajo integral, con asistentes sociales y sicólogos, pues uno de los objetivos es la prevención del alcoholismo y la drogadicción entre los menores. Por eso trabajamos en una población de escasos recursos", puntualizó el profesor de Educación Física. J