El deporte sirve para muchas cosas. No solo para cuidar la figura, entretenerse, competir y conseguir logros que engrandecen el espíritu.
Existen otros objetivos que encierran las actividades físicas, y en ella la inclusión juega un gran papel. Varios programas gubernamentales y municipales apuntan a usar el deporte como un agente integrador, de prevención y educación. Se focalizan a sectores vulnerables y también a los niños con capacidades diferentes.
Por eso en el estadio Municipal de Las Cruces, comuna de El Tabo, se cumplió con un evento, que ya se transforma en ineludible para los pequeños: las Olimpiadas Especiales Provinciales.
La actividad fue organizada por la escuela de discapacidad Nadiel a cargo del profesor Guillermo Urquiza Araya, junto con la Municipalidad de El Tabo.
En el recinto deportivo del balneario se juntaron varias escuelas especiales del Litoral Central, como la Divino Maestro, Vida Nueva, Elim Kimú, Instituto Sicopedagógico, Centro de Atención Temprana y retos múltiples Las Rosas de Coanil y Escuela Especial Nadiel.
Hasta el campo deportivo cruceño arribaron unos 200 niños "con necesidades educativas especiales, quienes disfrutaron de diversas competencias adaptadas como hándbol, futbolito, bochas, tenis de mesa, circuitos y carreras, permitiendo la participación de cada uno de estos niños y jóvenes entre los 4 y 26 años, los cuales disfrutaron de esta jornada demostrando que más allá de las limitaciones físicas o cognitivas, la inclusión es posible", contó el organizador, el profesor Guillermo Urquiza.
Tras las competencias, cada participante fue premiado a partir del esfuerzo y entusiasmo demostrado en las pruebas. J