El Bellamar se llenó de lágrimas en la despedida de la "Negra Paty"
Música, aplausos, pétalos de flores y globos. Nada era suficiente la tarde de ayer para rendir homenaje a la "Negra Paty" en el paseo Bellamar.
Los comerciantes y artistas que se ubican en la costanera sanantonina detuvieron sus tareas cotidianas para despedir por breves minutos a una de sus compañeras más queridas: Patricia Ximena Yáñez, quien murió la noche del viernes luego de sufrir un aneurisma cerebral el 11 de diciembre pasado.
"Amiga, te vamos a recordar siempre", dijo "El Gitano", quien cantó una de las canciones favoritas de la fallecida.
"Pídeme la luna te la bajaré, pídeme una estrella hasta allá me iré", entonó en medio de las lágrimas de cientos de personas.
"Fue una gran mujer, una gran madre y una gran amiga. Su huella no pasará desapercibida", agregó el artista callejero.
Amigos y seres queridos de Patricia se confundían con los transeúntes que se detenían a contemplar la emotiva escena. Muchos no podían creer que el ataúd que estaba en el acceso principal al paseo, frente a la Gobernación Marítima, correspondía al de la carismática mujer que vendía manzanas confitadas hace más de 20 años en el lugar.
"Siempre me pedía esta canción. Es muy difícil cantarla con la pena de perder a una amiga. Esta es la última vez que la interpretaré en público", dijo el hombre con la voz entrecortada.
Al término de su presentación soltaron globos blancos y lanzaron pétalos de flores a los restos de la fallecida. Algunos besaron el féretro. Parecía que nada era suficiente para demostrar el amor que sentían por ella.
Minutos antes en la parroquia de San Antonio también se efectuó una sentida despedida. El templo lucía totalmente repleto. Muchas personas escucharon el servicio desde la calle Centenario, donde decenas de autos con el rayado "adiós Patricia" y "Vuela alto Paty" completaban la imagen.
La familia agradeció las muestras de cariño que comenzaron a recibir inmediatamente después de conocida la lamentable noticia y destacaron las virtudes de la desaparecida vecina de Alto Mirador.
"Estamos muy conmovidos con todo lo que ha pasado. Esto demuestra el cariño que tenía todo el mundo por ella y lo buena persona que fue", señaló una de sus sobrinas en medio de la tristeza.
sorpresa
El deceso de Patricia se produjo pasadas las 23 horas del viernes 25 diciembre a causa de un shock séptico foco pulmonar tras sufrir un aneurisma cerebral.
Su muerte impactó profundamente a sus más cercanos quienes nunca imaginaron que algo así pasaría debido a la buena salud que gozaba la mujer de 49 años.
"Se desmayó mientras trabajaba. Así de repentino fue", contó una de sus hijas en el velatorio que se efectuó en el salón de la funeraria Belén, en Barrancas.
A Patricia le sobreviven su pareja, Luis Sepúlveda, y sus cinco hijos: María Eugenia, Karen, Nelly, Hans y Ramón.
Sus restos fueron sepultados en el cementerio Parque Mirador, en la parte más alta del cerro Bellavista. J