A 20 años del "récord fantasma" del atleta gallardino Salvador Plaza en la media maratón
Hace 20 años, exactamente el 12 de agosto de 1996, el atleta gallardino Salvador Plaza establecía el récord de Chile en la media maratón que se realizó en Santiago. Plaza tuvo que dar cinco vueltas a la Quinta Normal para cumplir los 21 kilómetros que contempla esta prueba, distancia que recorrió en una hora, 2 minutos y 29 segundos. Este tiempo pulverizaba el récord chileno anterior que pertenecía al atleta nacido en Valparaíso Edmundo Warnke con una hora, tres minutos y 36 segundos.
Lo que sí, para llegar a aquel logro, Salvador Plaza tuvo que darse una vuelta bastante larga. El 12 de agosto del 96, el corredor ya tenía 32 años (1 de julio de 1964).
Tras una brillante etapa como juvenil y atleta federado, contra su voluntad tuvo que dejar de lado el atletismo para ingresar en 1988 a trabajar a la empresa Coresa, donde estuvo ocho años.
En ese período, nunca más corrió en una competencia, ni mucho menos se dedicó a entrenar. El atletismo se mantuvo durante largo tiempo en el último puesto de su lista de prioridades.
Hasta que dejó de lado ese paréntesis forzado, y comenzó nuevamente a prepararse para las competencias de alto nivel a mediados de la década de los noventa. Sin embargo, los problemas dijeron presente apenas comenzó esta nueva aventura.
Primero, un tifus lo obligó a tener que pasar tres meses en cuidados en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio. Luego fue el turno de una apendicitis que retrasó su vuelta a las pistas, que estaba programada para la Corrida del Roto Chileno; finalmente, un lumbago terminaría por coronar su fallido retorno.
Pese a esto, no se achacó y siguió entrenando sagradamente durante el día y durante la tarde. Como se había decidido participar en la media maratón, corría cada mañana 12 kilómetros.
desde lo gallardo
Hasta los 26 años de edad, Salvador Patricio Plaza Patiño vivía junto a sus padres Roberto y María Ester en Lo Gallardo. Junto a ocho hermanos (uno de ellos su mellizo) compartían el hogar que fue inspirador de su carrera atlética.
"Era una casa muy chiquitita, donde vivíamos 11 personas, pero que tenía un patio enorme. Entonces yo aprovechaba el espacio para correr y dar varias vueltas. Así fue como formé una resistencia que me sirvió mucho a lo largo de mi carrera", reconoce Plaza.
Estudió en la Escuela de Lo Gallardo la enseñanza básica y luego se trasladó al Liceo Fiscal. Cuando tenía 15 años, participó en una de sus primeras competencias escolares. El profesor Aníbal Jeria, actual director del Movilizadores Portuarios, fue quien lo impulsó en sus inicios, ya que Plaza solamente jugaba a la pelota con sus amigos a orillas del río Maipo.
"Entre los 13 y 14 años armábamos pichangas a orillas del río que empezaban a las dos de la tarde y terminaban a las nueve de la noche. Del atletismo realmente conocía muy poco. Por eso que fue tan importante la ayuda del profesor Jeria", recuerda.
Pero sus condiciones eran innatas. A los 16 años fue cuarto lugar en el Nacional Escolar en los 1.500 metros, competencia que se corrió en la pista del Estadio Nacional. Por su resistencia se hizo especialista en fondo y mediofondo. Ganó también la corrida organizada por el Diario La Nación en Santiago en la categoría Novicios. Fue elegido por la Federación de Atletismo de Chile (Fedachi) durante los años 82 y 83 como el mejor juvenil del país.
Salvador Plaza tenía todo para convertirse en un atleta de alto rendimiento, pero su ingreso a trabajar en Coresa detuvo bruscamente su marcha cuando aún le faltaba bastante recorrido para llegar a la meta.
Los años dorados
Pero el deporte siempre ofrece una revancha a aquellos deportistas que no se dan nunca por vencidos. Tras salir de su ostracismo atlético, Plaza volvió en gloria y majestad a la competencia. Se especializó en media maratón, logró ser dos veces campeón nacional (96 y 97), ganó varias corridas importantes, fue quinto en los 3 mil metros en el prestigioso campeonato "Orlando Guaita", y tuvo el privilegio de representar a Chile en dos sudamericanos, siendo noveno en Brasil y séptimo en Argentina.
Pero su largo período inactivo le comenzó a pasar la cuenta. Los años dorados duraron hasta 1998. Una lesión en la ingle lo tuvo cinco meses sin poder correr. Prefirió cuidarse, y se retiró del atletismo profesional en 1999. "Me dolía todo, estaba pasándola mal y no podía arriesgarme a sufrir algo más grande", reflexiona.
Alejado de las pistas, empezó a compartir su legado con las nuevas generaciones sanantoninas. Primero desarrollando un taller de atletismo en el colegio Padre André Coindre de Bellavista; y luego impartiendo clases en el colegio Cristo del Maipo. Pero su orgullo tiene nombre y apellido: Club Atlético Pacífico.
El club fue fundado en 2010 por Salvador Plaza junto a su señora Liliana Cancino (se conocieron en el estadio Olegario Henríquez, llevan 33 años juntos, y tienen dos hijos: Alex y Liliana), como una instancia para desarrollar esta disciplina en la ciudad puerto. La primera actividad que realizaron como club fue la corrida "Corriendo por el Litoral", que tuvo gran aceptación y un importante número de inscritos.
En 2014, el Club Atlético Pacífico integró una buena cantidad de atletas que le dieron mayor posibilidad de participar en competencias de alto nivel. Un botón de muestra: para la versión 2015 del "Orlando Guaita", cinco corredores del Atlético Pacífico estuvieron participando.
El récord es suyo
Salvador Plaza iniciará la temporada 2016 sabiendo que 20 años atrás, tuvo la oportunidad de romper con creces el récord chileno de la media maratón con un tiempo de una hora, dos minutos, y 29 segundos. "Al poco tiempo que hice ese tiempo, se quemaron o se perdieron varios documentos en la federación, entre ellos los de mi récord. Fue algo raro y extraño", explica el atleta. Oficialmente (según la Fedachi), el mejor tiempo de la media maratón aún pertenece al atleta porteño Edmundo Warnke, el mismo que fue superado por Plaza el 12 de agosto de 1996.
-Sí, y en la Fedachi están conscientes que el mejor tiempo de la media maratón me corresponde. Ahora que aquella marca cumple 20 años, sería un lindo reconocimiento y homenaje que oficialmente se pusiera mi tiempo como el récord chileno de la media maratón. J
"En la Fedachi
están conscientes
que el mejor
tiempo de la
media maratón
me
corresponde".
"Entre los 13 y 14
años armábamos
pichangas a
orillas del río que
empezaban a las
dos de la tarde y
terminaban a las
nueve de la
noche. Del
atletismo
realmente
conocía muy
poco".
"Era una casa
muy chiquitita,
donde vivíamos
11 personas, pero
que tenía un
patio enorme.
Entonces yo
aprovechaba el
espacio para
correr y dar
varias vueltas".