Reo mateo sacó buen puntaje en la PSU y estudiará Mecánica Automotriz
Andrés se encontraba estudiando la carrera de Tecnología en Deportes y Recreación en la Universidad de Playa Ancha, en Valparaíso, cuando cayó detenido por un "error" del cual prefiere no hablar.
El tribunal lo encontró culpable del delito que se le imputaba y lo condenó a cuatro años de cárcel. Con esta sentencia el mundo se le vino abajo. "Lo perdí todo. Tuve que dejar la carrera, mis amigos se fueron y mi polola me dejó. Al final mis abuelos han sido los únicos que han estado conmigo siempre, a pesar de lo que difícil que ha sido esto para ellos".
Sabía que si se echaba a morir, esta pesadilla jamás terminaría. Por eso decidió ocupar su tiempo, desempeñándose como ayudante de maestro en el casino del personal de Gendarmería y después de cumplir con su jornada laboral de dedicaba de lleno a los estudios.
"La única forma de que los días pasen volando acá dentro es que ocupes tu tiempo en algo. Los primeros meses sólo quería dormir para que estos cuatro años pasaran volando, pero al final me di cuenta que podía tomar las oportunidades que me estaban dando y decidí prepararme para dar la PSU", contó en una pequeña sala de la cárcel de San Antonio, donde permanece recluido.
Gracias a los facsímiles que su abuela le llevaba al penal, Andrés tuvo la posibilidad de prepararse y de repasar algunas materias, las que prácticamente ya había olvidado.
De los veinticuatro internos que rindieron el examen en la comuna, Andrés obtuvo el puntaje más alto: 513 puntos, y gracias a esto hace pocos días pudo matricularse en la carrera de Mecánica Automotriz en el Duoc de Melipilla.
"Sé que todavía me faltan dos años para cumplir mi condena, pero tengo algunos beneficios por mi buen comportamiento", explicó.
En la actualidad, Andrés cuenta con el beneficio de salida de fin de semana y espera que en marzo, cuando comiencen las clases, pueda acceder al beneficio de salida controlada al medio libre, lo que le permitiría cumplir con sus obligaciones académicas, regresando a dormir, de lunes a viernes, al penal.
"Acá hay muchas personas que me han ayudado en este proceso. Los profes, los asistentes sociales y todo el equipo técnico me han estado guiando con el tema de las becas y con sus procesos", afirmó, y luego agregó: "obtuve la gratuidad para estudiar pero no me sirve porque estudiaré en un instituto y no en la universidad. Lo bueno es que también obtuve otras becas, las que sí me servirán".
Andrés eligió esta carrera porque en su familia la mayoría son mecánicos y porque desde pequeño le han gustado los autos. "Espero que me vaya bien nomás. Estuve mirando la malla y no se ve tan complicada".
No quiere ser discriminado, por eso prefiere no dar su nombre completo ni tampoco mostrar su rostro. También sabe que lograr la reinserción no será una tarea fácil, pero sus ganas de dejar este mal sueño atrás, son más fuertes y eso lo tiene muy motivado. "Después me gustaría sacar la ingeniería, pero para eso debo ir paso a paso".
José Hermosilla, alcaide (s) de la cárcel de San Antonio, explicó que de los cien internos que el año pasado se matricularon en la escuela pública ubicada al interior del penal, 25 se inscribieron para rendir la PSU.
"Para este caso en especial, el área técnica en pleno se dedicó a buscar todas las alternativas de matrícula y a la vez evitar que sea estigmatizado en el instituto donde estudiará. Gendarmería le está prestando todo el apoyo en su reinserción", enfatizó el oficial. J


