A las 23 horas del jueves recién pasado unos turistas que se encontraban en la playa El Batro de El Quisco aseguraron haber visto cuando un hombre se ahogaba. Dijeron que pedía ayuda para salir de las olas tras caerse, pero que le perdieron el rastro.

Con esa escasa información la Armada comenzó la búsqueda de esa persona bajo la presunción de que sufrió una posible desgracia en el mar.

Durante la noche del jueves y toda la jornada de ayer la autoridad marítima desplegó un operativo de rebusca. Con helicóptero, buzos tácticos y lanchas intentaron hallar al ahogado.

Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no había resultados, ya que no se encontró a nadie, ni en el mar ni en el borde costero de las playas de El Quisco.

El capitán de puerto de Algarrobo, teniente primero Erick Andwandter, explicó que hasta ahora no cuentan con ninguna denuncia por presunta desgracia, por lo cual sólo existe la presunción de que se trata de un hombre no identificado que se estaba ahogando.

Además ayer surgió la versión de que se trataría de una pareja que cayó al mar. No obstante, esta teoría sólo fue entregada por un testigo y la Armada por ahora no ha logrado verificarla ni descartarla. "Lo más concreto que tenemos es el relato de quienes vieron a un hombre solo ahogándose, lo que igualmente se trata de presunciones por el momento", aclaró el uniformado.

Ayer también colaboró en la búsqueda el Grupo de Rescate Anfibio de San Sebastián (Grass).

Hoy continuarán las diligencias. J

Meses de ardua investigación terminaron esta semana cuando la Policía de Investigaciones desbarató un complejo laboratorio donde se aumentaba droga que luego sería distribuida en el Litoral Central.

Funcionarios de la Brigada Antinarcóticos (Briant), encabezados por el Ministerio Público de San Antonio, lograron establecer que unos cartageninos instalaron un laboratorio de droga en la Región Metropolitana, donde pretendían abultar la sustancia ilícita y luego venir a venderla en la provincia antes de que se acabe el verano.

Luego de una serie de diligencias, los policías llegaron hasta un inmueble en la comuna de Quilicura, donde había arribado un boliviano que en su estómago ingresó al país una cantidad indeterminada de ovoides con cocaína.

El jefe de la Briant de San Antonio, comisario Luis Díaz, explicó que "el ciudadano boliviano era utilizado como correo humano y cocinero (de la droga). Es un grupo organizado de Cartagena que fabricaba y abultaba cocaína ingresada desde Bolivia".

Tras el operativo se logró la detención de tres cartageninos y un boliviano. Además se decomisaron 3 kilos y medio de pasta base y 2 millones de pesos en dinero en efectivo.

Cuando desbarataron el laboratorio, uno de los antisociales arrancó por el techo, sufriendo una feroz caída que le ocasionó fracturas en sus piernas.

Ese arrestado fue trasladado a un hospital para tratar sus lesiones de carácter grave y sería formalizado en el mismo recinto asistencial.

El fiscal jefe de San Antonio, José Miguel Subiabre, detalló que "esta familia de Cartagena distribuía droga a microtraficantes. (En el laboratorio) Se encontraron municiones de guerra, escopetas y revólveres". Agregó que "se sacó de circulación más de 52 millones de pesos en avalúo de la droga sin ser amplificada, que al serlo podría hasta triplicar esa suma", detalló Subiabre.

Los detenidos durante el procedimiento fueron identificados con las iniciales J.F.R.C. (37), apodado "El Jano"; S.A.R.L. (31), alias "El Charchazo"; R.L.J. (23) y el boliviano J.A.A.A. (26). J