Desde ayer la Segunda Comisaría de Carabineros de Cartagena cuenta con nuevo jefe. Esto luego de que se realizara la ceremonia de cambio de mando para despedir al mayor Ismael Cid Rifo y recibir como comisario al capitán Sergio Salazar Sánchez.

En la ocasión el mayor Cid expresó que su labor en Cartagena fue reconfortante. "Cuando empezó mi carrera de oficial fue en Cartagena y luego regresé como comisario, por eso fue especial", dijo y agregó que se marcha contento porque "logramos disminuir los delitos en la comuna el año que estuve a cargo".

Asumir la jefatura de la unidad de Cartagena en pleno verano significa todo un desafío y así lo evaluó el nuevo comisario. El capitán Salazar expresó que "es una tarea que debemos enfrentar de la mejor manera, sé que la población flotante llega hasta a las 450 mil personas y eso significa una serie de tareas que deberé enfrentar de la mejor manera", dijo.

Además manifestó que para el resto del año se puso como meta seguir estrechando relaciones con la comunidad, tanto con juntas de vecinos, como con comerciantes y autoridades municipales.

El capitán Sergio Salazar llegó a Cartagena luego de desempeñarse en la Región Metropolitana. Por su parte el comisario saliente, Ismael Cid, se marcha a seguir estudiando para perfeccionarse en Carabineros de Chile.

Un nuevo hecho de violencia intrafamiliar protagonizado por una mujer ocurrió esta vez en Llolleo.

Carabineros de la Subcomisaría local detuvo ayer a una mujer de 40 años que le propinó una serie de golpes de puño a su pareja, quien la denunció a la policía.

Debido a la agresión es que la mujer fue detenida por el delito de lesiones menos graves en contacto de violencia intrafamiliar.

La imputada, de quien se mantendrá su nombre bajo resguardo, pasó ayer a control de detención en el Juzgado de Garantía donde quedó con una medida cuatelar de alejamiento.J

Tiene trillizos de 4 años y son inquietos. La mamá de los niños contó que todo el día está muy pendiente de ellos y que ayer uno se quedó sin atención por un segundo... Entonces, quedó la grande.

"Estaba dándole la comida a los trillizos. Mientras le servía la comida a los dos primeros uno se me perdió. Lo salí a buscar y ya estaba en la pieza con las llamas por todos lados. Lo salvé por poco de quemarse", relató Paula Cofré (en la foto), madre del menor de edad que inició el incendio.

El trillizo que se arrancó subió hasta el segundo piso de la casa de calle Reinaldo Barahona, en cerro Bellavista, y se puso a jugar con un encendedor. En un instante quemó las cortinas, las que se calcinaron en cosa de segundos y sus llamas alcanzaron unos colchones. El incendio ya estaba desatado en una de las piezas del inmueble, ayer cerca de las 18 horas.

Paula Cofré trató de apagar las llamas, pero fue imposible. Vecinos colaboraron con mangueras y hasta el lugar acudieron voluntarios de la Primera y Segunda Compañía de Bomberos de San Antonio.

Cuando se apagó el incendio, las llamas habían devorado la habitación que comparten los tres niños de 4 años junto a su hermano mayor de 12 años.

"Estamos arrendando hace solo un mes, por eso estamos armándonos recién y los niños sólo tenían colchones para dormir, que se quemaron enteros", dijo la mujer aún sin ver el total de los daños que sufrió el inmueble.

Pese a las pérdidas, todos estaban tranquilos porque los peques resultaron ilesos. "Cuando entré a la pieza el fuego estaba casi encima del Alvarito, lo tomé como pude para sacarlo y lo salvé de quemarse", dijo la mamá aún muy nerviosa.

En el lugar, la dueña de la residencia explicó que se perdió casi toda la habitación del segundo piso, que era una ampliación nueva construida con madera. J

Los vecinos del sector estaban alertas ante el hecho, esto debido a que la casas son pareadas y por poco, las llamas alcanzan un segundo inmueble de calle Reinaldo Barahona.

"El fuego estaba encima de mi casa, menos mal que tengo una manguera a mano y di el agua altiro y empecé a tirarla hacia al lado", relató Flavia.

Mónica Jorquera Escobar.

mjorquerae@lidersanantonio.cl.