Sepa cómo evitar un resfrío que podría terminar con las esperadas vacaciones
"Hay que evitar un cambio brusco de temperatura o mantener la ropa húmeda puesta", dice la kinesióloga Fabiola Astorga.
Se supone que las vacaciones son para disfrutar y relajarse. Pasarlo bien en familia o con los amigos, desconectarse de la rutina laboral e instaurar de manera constante la posición horizontal en una playa o cerca de una piscina. Sin embargo, el placer no está asegurado ciento por ciento.
Cualquier distracción en el cuidado de la salud puede costar caro, sobre todo en los integrantes más pequeños del clan. "Uno de los principales factores que provoca los resfríos veraniegos son los cambios bruscos de temperatura que pueden producirse cuando al combatir el calor los niños se mojan y quedan con sus ropas húmedas, o cuando por las tardes comienza a ponerse fresco y continúan desabrigados", dice Fabiola Astorga, kinesióloga de la Consulta Médica del reconocido pediatra Juan Francisco Jara Gómez (El Sauce 404 Llolleo, frente a la bomba Letelier). La especialista en kinesiología respiratoria explica que los resfríos veraniegos son "generados por los mismos virus que proliferan en invierno, presentan los mismos síntomas y se contagian de la misma forma".
Ante esto, lo principal es prevenir el cuidado de los menores. Carolina Alday, madre de Joaquín Leiva, tuvo que llevar a su hijo esta semana a la consulta del doctor Jara. "Fuimos a la playa y estuvimos bañándonos harto rato, porque está haciendo calor hasta tarde estos días. Pero después nos demoramos en secarnos y mi hijo se fue con el traje de baño mojado", cuenta la sanantonina. Eso fue el sábado pasado. El lunes el pequeño Joaquín amaneció con molestias en el pecho. Las vacaciones del chico de cuatro años tendrán que sufrir un cambio importante.
Ojo al aire
En verano el aire acondicionado se apodera de muchas oficinas, restaurantes, locales y casas. Pero este artefacto también tiene sus contras. "Uno de los principales causantes de los resfríos de verano son los sistemas de aire acondicionado que se usan a temperaturas demasiado bajas o con el aire directamente sobre la persona. Esto provoca sequedad de la garganta y heridas al interior de la nariz debido a la disminución de la humedad, ya que se utilizan sin humidificadores", advierte Fabiola Astorga, quien señala que la temperatura ideal "es entre los 22 y 24 grados celsius, con un porcentaje de humedad del 30 por ciento".
El doctor que se la jugó por la medicina alternativa Francisco Martínez aporta con otro dato: "Lo que también hay que tratar de evitar es el hacinamiento. No quedarse tantas personas en una sola pieza o en una carpa. Ojalá distribuirse de una manera en que todos puedas descansar tranquilos", asegura el creador del centro de terapias alternativas y medicina natural Eve (Pío Décimo 215, a la vuelta de la plaza Llolleo)
Veranear sano
Donde hay que poner ojo también durante las vacaciones es en el tema de la hidratación, sobre todo ahora que las temperaturas son más altas que en veranos anteriores. Para la kinesióloga Astorga "una buena hidratación es clave cuando se trata de evitar resfriados en verano. Hay que procurar aumentar el consumo de líquidos y beber diariamente abundante agua. Por ejemplo los zumos naturales son ricos en vitamina C y a su vez son ideales para reforzar las defensas de nuestro cuerpo".
Dando una vuelta por el puesto de frutas y verduras "San Juan", ubicado en calle Providencia en Llolleo, se puede apreciar que la temporada estival es prodigiosa en frutas. "Siempre compro harta fruta en verano, porque hay mucha variedad. Llevo melones, uva, duraznos para hacer jugo, y un sandía, que es un clásico para comer de postre", afirma Marcela Lillo, vecina de Viuda 10, quien a sus 67 años se mantiene fresca gracias a la buena alimentación que profesa. Para hacerse una idea, los melones a están a mil pesos la unidad; una sandía puede salir tres mil pesos, mientras que el kilo de durazno está a 800 pesos. La oportunidad de hacerse una ensalada de fruta a modo de almuerzo no parece una mala opción.
Y si bien en las noches muchos se tientan con una bebida bien helada después de un día de playa, el doctor Francisco Martínez cree que lo mejor "es evitar consumir cosas tan frías. Lo ideal es algo templado, porque algo demasiado helado puedo influir para pasar una mala noche y sufrir un fuerte enfriamiento".
¿Y los adultos mayores?
Pero ojo que no solamente hay que estar preocupados del cuidado de las niñas y niños. Los Adultos Mayores también acompañan a muchas familias que salen de vacaciones, y ellos a su vez requieren de cuidados especiales. "Muchas veces pasa que lo están pasando tan bien en la playa que se olvidan que andan con gente de más edad. Entonces hay que preocuparse de lo mismo, que no sufran cambios de temperaturas, ni alguna insolación, porque a avanzada edad resulta mucho más difícil de combatir un resfrío", admite Francisco Martínez, junto con agregar otro dato: durante la época estival es cuando más aumentan las solicitudes de masajes descontracturantes entre sus pacientes del Centro Eve. "Aprovechan de hacerse un regalito al cuerpo, y eso es muy sanador", afirma el doctor Martínez.
20 a 25 niños
Diariamente, en la consulta médica del pediatra Juan Francisco Jara en calle El Sauce (que recién abrió sus puertas el pasado mes de octubre) se atienden entre 20 a 25 niños.
Fabiola Astorga se tituló hace poco de kinesióloga, y atenderá todas las mañanas a los pequeños pacientes que sean derivados a la kinesiología respiratoria.
"El doctor Jara es uno de los más respetados dentro de la pediatría en San Antonio, con mucha experiencia en al área. Por eso que llegan entre 20 a 25 pacientes durante las tardes que es cuando el doctor atiende. En las mañanas tendremos la recuperación kinésica respiratoria para la obstrucción. Los ejercicios ayudan para que no se contamine la segregación que hay en los pulmones por culpa de una bacteria", expone Fabiola Astorga.