El dolor que llevó a una madre a descubrir el arte del telar
Un síndrome lumbar crónico impidió que Carla Sprenger siguiera trabajando como secretaria de gerencia en una prestigiosa naviera y tras una fuerte depresión descubrió una terapia que hizo aflorar su talento para tejer en telar.
"Mi trabajo nace de un dolor, pero fue un dolor que me hizo renacer y florecer, porque yo tenía una enfermedad a la columna que me impidió seguir trabajando. Tuve quiebres emocionales tremendos en mi vida, pero de todos esos quiebres surgió esta idea, que finalmente fue el renacer de una fuerza que adquirí con los telares, que primero fueron una terapia para mí".
Así explica Carla Sprenger Tapia (50) lo que la motivó a crear su emprendimiento que hoy se denomina "Indómita Arte Textil", donde se ha destacado por la creación de diversas prendas de lana tejida en telar, con exclusivos diseños y atractivos colores.
"Siempre lo he visto como el renacer que tuve como mujer y se lo digo a quienes quieren tejer: el telar es una fuente maravillosa para florecer como mujer. Para mí ha sido mágico, porque he descubierto un potencial tremendo de creatividad que ha permitido que mi conciencia se abriera".
Durante esta semana Carla se instaló en un stand de la Expo Rural de Santo Domingo donde se pueden apreciar sus decenas de tejidos como ponchos, tapados, boleros y cuellos a precios muy accesibles.
Para la elaboración de estas prendas, dice que busca la materia prima, que es básicamente lana virgen de oveja que ayudada por una rueca logra hilar con sus propias manos y finalmente y sin prisa, le da forma en un telar que tiene hace algunos años en su casa.
Dentro de las variedades de lanas que utiliza se destacan las peinadas, de cordón o merino que va utilizándolas estratégicamente en sus creaciones dirigidas a un público femenino que se caracterizan por la delicadeza y por acentuar la femineidad de la mujer.
dolor
Carla padece un síndrome lumbar crónico que le provoca fuertes dolores en su espalda, y que terminó alejándola definitivamente de su carrera como secretaria de gerencia de una prestigiosa naviera.
Este diagnóstico que obtuvo hace cinco años y que la calificó como discapacitada para trabajar, fue el detonante de una fuerte depresión.
"Pensar que nunca más podría trabajar. Dejar un puesto muy bueno y seguro fue terrible. Pero todo se esfumó con la maravilla del tejer. Sé que el dolor siempre va a estar, pero ahora lo vivo de otra forma", comenta.
"Yo no puedo volver a trabajar nunca más como antes, porque someterme a un poco de estrés me manda a la punta del cerro. Tejer es otra cosa, porque no lo veo como un trabajo, porque me relajo y manejo mis propios tiempos", añade.
madre
Esta esforzada mujer es madre de dos hijos, uno de 19 que ya es padre y una niña de 13 años. Es separada desde hace 12 años y aparte de la pensión de alimentos que recibe de parte del padre de los niños, no tiene más ingresos.
Oriunda de la comuna de San Antonio, y ex alumna del Liceo Santa Teresita de Llolleo, Carla cuenta que tras la pésima situación económica que vivía tras perder su trabajo, hace cerca de tres años se acercó a la municipalidad para pedir ayuda.
"Me gané el concurso Capital Semilla Avance y pude comprar la rueca e insumos. Luego aprendí a hilar, a teñir la lana… y el telar me lo habían regalado hace cinco años, así es que ya tenía todo", detalla.
Según Carla siempre ha preferido usar lanas gruesas y por eso tenía la inquietud de hilar sus propias lanas. De ahí nació la idea de presentar el proyecto al Capital Semilla y aunque cuenta que a todos les gusta, ella siente que todavía está en pañales, ya que próximamente espera perfeccionarse y aprender nuevas técnicas de hilados y teñido.
"Cuando supe que me había ganado el proyecto en diciembre de 2014, no me atrevía mucho al principio y sentía que me faltaba más preparación, pero finalmente me tiré como se dice y me puse a ver videos y a trabajar. Lo que se lo he aprendido sola", analiza.
ventas
Debido a su discapacidad, Carla dice que no se dedica a recorrer lugares para vender las decenas de prendas que tiene a la venta en el taller que está en su propia casa en el sector Arrayán de Tejas Verdes, pero que mantiene una clientela estable.
Rodeada de todas sus creaciones, Carla muestra su mejor sonrisa a todos quienes la visitan en el stand de la expo y no duda en entregar su tarjeta de presentación a quienes se ven interesados.
"Este año las ventas se han ido dando solas, porque las mismas clientas me recomiendan y se pasan el dato para llegar a mi casa", dice agregando que estar en la Expo Rural de Santo Domingo, también ha sido muy positivo para ella.
-¿Las ventas le dan para mantenerse y vivir de esto?
-Todavía no. Pero mi intuición me dice que este año será muy positivo para mí.
-¿Y la experiencia de la expo cómo ha sido?
-Demasiado buena. No se vende una brutalidad, pero me doy a conocer y eso ya es positivo, porque veo que aprecian mis creaciones. Además esta es la primera vez que expongo sola, ya que antes sólo me había presentado en grupos o colectivos y ha sido fantástico.
-¿Has recibido algún cliente que te llamara la atención?
-Ayer vino una pareja de franceses que quedaron fascinados con las prendas y eso me encantó, porque es increíble cómo en el extranjero aprecian lo que hace uno.
-¿Te proyectas exportando tus tejidos?
-No lo sé, pero es algo que por el momento me hace muy feliz y si lo valoran como yo, aún mejor.
Esta artesana en lana, dice que se siente como una niña jugando a tejer y creando nuevos diseños, colores y texturas. "Con esto me divierto y me olvido de todo", sintetiza.
Además dice ser muy espiritual y que confía en que el arte que está practicando proviene de sus genes o de una fuerza muy especial que desarrolló. "Todo esto va a ser el impulso para que me vaya aún mejor", anunció.
cambio de actitud
La filosofía de vida de Carla es que todo depende de cómo se tomen las cosas.
"Uno elige cómo quiere vivir. Tú puedes tomar las cosas por el lado negativo o por el positivo, es así de simple. Si te concentras en las cosas buenas y mantienes buenos pensamientos es imposible que tu realidad sea mala o negativa. Quiero decir, que si yo me hubiera ido por el lado de la autocompasión y la victimización, como lo estuve, no hubiese llegado a ninguna parte", detalla.
En medio de esta transformación de su vida, Carla dice que con su telar se le han presentado situaciones mágicas como la vez en que una bella modelo la contactó. Entusiasmada con las delicadas prendas que había visto, le pidió modelarlas para una sesión de fotografías profesionales que hoy expone en su página de Facebook "Indómita Arte Textil".
Mencionando que estuvo inscrita en el Programa Chile Solidario y que pensó que no podría salir de esa situación, Carla aclara que "cambié mi actitud y recién ahí comencé a resolver todos mis problemas. Me di cuenta que todo dependía de mí".
nuevo golpe
Hace muy poco recibió una pésima noticia acerca de su estado de salud, ya que además sufre de artrosis en ambas caderas. "Son dolores tremendos que me obligan a tomar medicamentos y cuidarme mucho del frío en el invierno. Pero esta situación no me va a afectar como antes, porque realmente soy otra persona con mi taller. Me han felicitado mucho por lo que hago y yo estoy feliz tejiendo, porque creo que esto viene de mis sentidos, desde muy adentro y yo lo dejo que brote espontáneamente", agrega.