Los nostálgicos se la juegan por revivir los años 90 en San Antonio
Robert Vega, ex locutor de radio Sargento Aldea, produce y anima fiestas recordando la música de esa época. En diario El Líder recordamos cómo ha cambiado la zona desde el cambio de siglo.
El tiempo de recordar la década de los ochenta quedó en el pasado. Ahora es turno de los noventa. Al menos eso cree Robert Vega, ex locutor de la desaparecida radio Sargento Aldea, quien junto a tres amigos se la juega por revivir lo mejor de aquella década en San Antonio a través de entretenidas fiestas.
Es la época en que las comunicaciones comienzan a masificarse. Los teléfonos inteligentes no estaban ni en proyecto, pero la zona vivía el periodo de esplendor de las radios en la frecuencia modulada (FM). Costanera, Cristalina, Caracola y Océano eran parte del dial. La histórica Sargento Aldea aún subsistía.
Estas estaciones dieron la banda sonora de la época. Los Ilegales, Proyecto Uno, Sandi y Papo y Fulanito eran las estrellas del momento en lo que a música popular se refiere.
En la televisión se vivía el periodo de esplendor de las Guerra de las Teleseries. Los actores de TVN recorrieron el país aprendiendo distintos roles. (aunque llegaron al puerto recién en 2002 con El Circo de las Montini). Canal 13 hacía lo suyo con producciones como Marrón Glacé y Adrenalina. En la zona, Canal 2 debutó en 1996.
"Nos hemos dado cuenta que la gente tiene mucho cariño por esa época. Nosotros apuntamos a los jóvenes que hacían carretes en sus casas con sus amigos y que iban a las disco, la disco Show fundamentalmente, que estuvo en San Antonio y luego en Llolleo", cuenta Vega.
"Hoy ellos están llegando a los cuarenta años y son gente que no puede llegar y salir de la casa todos los fines de semana. Tienen responsabilidades, hijos y cosas por hacer. Entonces hay una buena recepción de estos eventos que sirven a muchos para reunirse con sus compañeros de colegio con un ambiente de esos tiempos. Hemos visto a mujeres que se sienten como las reinas de la noche, que era una frase típica de la teleserie Adrenalina", agrega.
Lo que se va olvidando
Robert recuerda lo que ha quedado atrás. Prácticamente perdido en la memoria. Claro, el tiempo hace el olvido y la vida acelerada a ratos no permite recordar todo lo que ha cambiado San Antonio desde los noventa, cuando Elidio Soto y Lucía Menares encabezaron la municipalidad desde el edificio ubicado en el paradero nueve de Barros Luco, y el actual edificio consistorial era destinado a las dependencias de la Gobernación.
¿Se acordaba de ese detalle? ¿Qué hay de la Torre Bioceánica? El "rascacielos" sanantonino aún no aparecía en el mapa. El denominado primer edificio de negocios de San Antonio, diseñado por el arquitecto Fernando Zulueta, fue inaugurado en 1997. A un costado, donde actualmente se ubica n las oficinas de Achs, había una sucursal del supermercado Egas.
"Ayer, ahora y siempre, Egas junto a usted, una gran familia que siempre crecerá. Ahora y siempre Egas junto a usted", era el pegajoso jingle del centro comercial que tenía tres sucursales: en Barrancas, otra en Llolleo, en la esquina de Avenida Francia con Inmaculada Concepción, y la última en Centenario, en el centro de San Antonio, la que ardió en llamas en diciembre del 2000.
El competidor estrella de Egas era el Supermercado Carrera, que hoy luce incólume a pesar de los años de historia que tiene.
Claro, hay muchas cosas que siguen a pesar de las décadas. Establecimientos Providencia, Farmacias Minelly y la Librería Álvarez, en la zona céntrica de Llolleo, son los que persisten.
En el centro de San Antonio siguen las histórica Javer y Casa Tomé; en el recuerdo quedó la Casa Amarilla. ¿A cuántos nos compraron los zapatos en esa tienda? ¿Cuántos no arrendaron películas allí? Era un mundo sin internet.
Naufragio en la playa
El mismo año que se inauguró la Torre Bioceánica se desencadenó uno de los hechos noticiosos más recordados. El 9 de septiembre de 1997, el buque North Island naufragó frente a la playa de Llolleo. La nave, con 30 tripulantes cubanos en su interior, realizaba faenas en el sitio 5 del puerto, cuando se vio obligada a salir debido a las fuertes marejadas que golpeaban el terminal.
La embarcación no logró resistir ante el intenso oleaje y tras una mala maniobra, se partió en dos. En una hora y media de intenso trabajo se logró evacuar a sus operarios sanos y salvos.
Otro san antonio
En lo que a obras públicas se refiere, la Autopista del Sol fue concesionada recién en 1995 y comenzó a funcionar en 2001. El paso más destacado, sin embargo, fue la remodelación del Paseo Bellamar. La antigua balaustrada (la baranda, en términos más simples) celeste muy parecida a la Cartagena era el paisaje de ese tiempo en el mirador. Por cierto, no existían los módulos que hay ahora. Los artesanos estaban más cerca de la calle en pequeños kioscos en fila.
El puerto también ha presentado cambios. El terminal era administrado por la Empresa Portuaria de Chile (Emporchi) hasta 1998, año en que fue disuelta por el Estado y nació la actual Empresa Portuaria de San Antonio.
Las gigantescas grúas azules de San Antonio Terminal Internacional (STI), las que se han transformado en una postal de la comuna, no aparecieron sino hasta la década del 2000. STI ganó la licitación recién a fines del año 1999 para ocupar el molo de atraque.
"Hay mucha nostalgia y también muchas cosas que la gente se ha olvidado. Conversando entre amigos es que de pronto se dicen ´te acuerdas de esto o de lo otro´, pero como eran jóvenes y niños, por lo menos a quienes apuntamos nosotros con las fiestas, se acuerdan poco de algunas cosas y solo de lo más popular".
Las fiestas de los noventa partieron en el año 2014 y hasta ahora han tenido buena recepción. Según lo informado por Robert Vega, la primera del año se realizará el viernes 12 de febrero, a las 13 horas, en el Club de Tenis de Llolleo. Las entradas cuestan tres mil pesos por persona, pero por preventa en el Facebook Fiesta de los Noventa San Antonio las puede hallar un poco más baratas aún.