El fin de Chile
La sagrada tierra de los selk'nam, de los chiles, de los araucanos, de los mapuche y de los dihuitas -entre otras culturas cuyos orígenes se remontan a la aurora del tiempo-, conformó el paisaje venerado y por lo tanto, defendido, pues allí se encontraba el alma de estos pueblos. Esto también fue conocido por el antiguo pueblo chileno -fusión de los godos y los "hombres de la tierra" como bien lo observara el Doctor Nicolás Palacios, el genial autor de "Raza Chilena" (1904)-, que preservó ese amor y devoción, plasmado en el culto a la Virgen del Carmen, evocación de una antiquísima tradición a la Matria-Patria.
Todo esto hoy se ignora. Se diluye en las aguas del globalismo que es en realidad, la ejecución del Plan Kalergi y la descomposición de las tradiciones culturales occidentales como consecuencia del sistema político-económico-social basado en el interés del dinero y la usura y el astuto discurso de los títeres de turno sobre el "multiculturalismo", la inmigración y el "progreso" que significará en nuestro caso el fin del Chile tradicional que nuestros antepasados forjaron y nos heredaron.
RAFAEL VIDELA EISSMANN
Riesgos de la economía planificada
Hace más de medio siglo, el nobel de economía Friedrich von Hayek nos advertía de los riesgos de los sistemas de economía planificada.
La fatal arrogancia de los tomadores de decisiones, sobre querer lograr igualdad en los resultados por sobre el imperio de la ley, implica tratar con distinta vara a los diversos actores de nuestra sociedad.
Éste es un problema que los populistas abordan siempre con una profunda irresponsabilidad, sin asumir las consecuencias, pérdidas y distorsiones que se generarán ante sus caprichos. Véase en Latinoamérica el actual de Maduro, Morales, Correa y Bachelet.
ANDRÉS BARRIENTOS