Nada de alentadoras han sido las noticias para la familia del joven deportista sanantonino, Roberto Araya Cisternas, quien permanece desde el sábado 13 de febrero internado en la Clínica Reñaca luego de sufrir una caída en motocicleta. Ayer se confirmó que padece muerte cerebral y que su fallecimiento sería inminente.
"Los exámenes confirmaron que la muerte cerebral es irreversible", señaló un cercano a la familia.
Mientras que su hermano Sebastián publicó un mensaje en Facebook, donde agregó que "ya no hay nada más que hacer. Estamos a la espera de que su corazón deje de latir de forma espontánea".
"Agradecer a todos la fe y seguir rezando para que encontremos la tranquilidad y resignación. Roberto esta fue la carrera que te llevará al paraíso a abrazar a nuestro padre", añade el texto que fue divulgado la tarde de ayer en las redes sociales.
Accidente
Roberto Araya, de 30 años, está internado hace más de una semana en la Unidad de Cuidados Intensivos de la mencionada clínica viñamarina, luego de sufrir un violento accidente mientras participaba en la VII Copa ESEmar, en el "Cortado 5" del circuito Fundo Las Palmas de Ritoque, en la Quinta Región.
Desde entonces su condición no había experimentado ningún cambio. Se mantenía en coma inducido, con un traumatismo encéfalo craneano severo y diversas fracturas.
Una fuente cercana a la familia había comentado con anterioridad a diario El Líder que estaban "esperando un milagro", ante el temor del desolador diagnostico que finalmente escucharon de boca de los médicos tratantes la tarde de ayer.
Muerte cerebral
Las personas que han sufrido una lesión cerebral grave como traumatismo craneal o accidente cerebrovascular son diagnosticadas con muerte cerebral, que es el cese irreversible de todas las funciones cerebrales.
Cuando alguien tiene muerte cerebral, no fluyen la sangre ni el oxígeno a su cerebro, por lo que este deja de funcionar totalmente. Debido a que el ventilador médico respira por la persona, los órganos como el corazón y el hígado continúan recibiendo oxígeno y pueden funcionar durante algunos días después de que el cerebro murió.
Jesús Farías Silva
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