"La columna de Mellado deja la sensación que San Antonio lo despreció a él"
El escritor Antonio Gil, autor de "Bienvenidos a Flaitelandia", analizó el texto de su colega.
El escritor Antonio Gil, en 2009, publicó en Las Últimas Noticias la columna "Bienvenido a Flaitelandia", en la que hizo un crudo análisis de lo que, a su juicio, era la realidad de San Antonio. "San Antonio es una porquería repugnante, a la que esperamos que un tsunami, de aquellos que no dejan palo parado, lave de las costas de Chile a la brevedad posible", escribió Gil sin saber que un año después un maremoto arrasaría con las costas chilenas, incluso con parte de la zona de Llolleo. Sus dichos fueron replicados por el alcalde de San Antonio, Omar Vera, quien acusó un vejamen.
Esta semana se conoció la columna del escritor Marcelo Mellado, quien pese a que destacó la creación cultural de esta ciudad, aseguró que San Antonio es "feo, cochino, hediondo y corrupto".
Ayer, El Líder se comunicó con Gil, quien desmenuzó el texto de Mellado. "La columna de Marcelo Mellado da la impresión que, más allá de una mirada objetiva sobre la ciudad, responde a un encono de otro tipo. Deja la sensación que San Antonio lo despreció a él, no sé si con justicia o no. Seguramente no supieron apreciar el talento y la originalidad que objetivamente el hombre tiene. Las trenzas corruptas lo marginaron, causando así un incalculable daño a la ciudad Puerto", opinó.
Gil añadió que "hace algunos años, escribí una pequeña y agria columna en LUN bastante agresiva respecto de ese puerto, lo que me acarreó el malestar de muchos sanantoninos. Y mi posterior artículo de disculpas resultó más agresivo e irónico todavía. No me quedaba más que arrancar para adelante".
"Quiero destacar que nunca he despreciado a San Antonio. De ser así no me doy el trabajo de escribir ni una línea acerca de él. No es igual despreciar, sentimiento muy mezquino y pernicioso, con aborrecer un lugar en un momento específico y ´remecer la mata´, que es lo que intenté hacer", explicó.
El autor también afirmó que "lamenté herir, de pasada, incluso a amigos míos, muy queridos, hijos de esa ciudad. Pero cuando se bombardea hay muchos daños colaterales que asumo como inevitables. No pido por tanto disculpas a nadie. No soy de los que aman a su país como borregos. Yo creo que un verdadero patriota odia a su país creativamente. Soy crítico de muchas cosas y personas, entre las que me incluyo. Sé que se han formado y he tomado contacto con grupos sociales francamente empeñados en cambiar el rostro sucio de San Antonio. Me escriben. Y siento por ellos un enorme respeto".
Por último, Gil sostuvo que "San Antonio tiene un tesoro enorme en su gente cuando esta dice ´basta´ y se organiza contra la cleptocracia imperante. He vuelto (a San Antonio), y para ser muy franco no he notado cambios sustantivos, aparte de la introducción de varias empresas. Pero en fin, no es ni París ni Venecia. En San Antonio parece que todo se hace "a la que te criaste". Y he llegado a comprender que eso es parte esencial de la ciudad. Para cerrar quiero aclarar: yo no desprecio ni he despreciado a San Antonio ni a su gente. La impugno, la desafío, eso sí. Ahora Mellado, un buen escritor y un intelectual, tiene derecho a expresar lo que sienta y piense. Y atenerse a las consecuencias".