Atleta ciego dio su receta para vencer a la adversidad
Cristian Valenzuela, el ganador de oro en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y campeón del mundo, visitó San Antonio y relató su vida.
Perder la vista a los 12 años es un golpe duro en la vida. Cristian Valenzuela, el oro paralímpico en Londres 2012 en los 5 mil metros planos y campeón del mundo en la maratón en las ediciones de 2011 y 2013 de este certamen confesó que en ese momento renegó de todo. Incluso de Dios.
Ayer el deportista de 32 años contó su vida, su experiencia y su historia de sacrificio, superación y entrega por el deporte que lo apasiona ante un grupo de personas en el auditorio de La Araucana en San Antonio.
Invitado por San Antonio Terminal Internacional y San Antonio Unido, la audiencia, en un alto porcentaje compuesta por los jugadores del equipo estelar lila y de las series cadetes, se emocionó con el relato del medallista olímpico.
A pesar de su contextura delgada y su porte (1.62 metros) Valenzuela dejó en claro que es un gigante, un luchador. Acompañado por uno de sus compañeros de equipo, uno de sus guías en la pista (Francisco Muñoz), el primer oro paralímpico para Chile, recordó ese momento antes de su charla con los sanantoninos. "Lo soñé despierto muchas veces. Los últimos metros le di con todo, al cruzar la meta caigo al piso, porque di absolutamente todo, no quedaba ni una gota de sudor sin derramar", recordó sobre aquella epopeya para el deporte nacional.
Esa es su filosofía de vida, no sólo en la pista o en la calle donde compite. "La discapacidad no es limitante, solo esta en la cabeza, y uno cuando quiere lograr grandes cosas en el deporte o en la vida no existen excusas. El ser humano, no solo las personas con discapacidad, suelen excusarse mucho. Basta de eso, levántense de la cama y cueste lo que cueste, hagan lo que quieren", arengó el deportista.
Cristian recordó que nació en una familia cristiana, pero cuando perdió la vista por un glaucoma se rebeló. "Me preguntaba porqué me pasó esto a mi. No entendía nada, pensé que Dios me había abandonado".
Sin embargo, Cristian superó ese estado de cuestionamientos y decepción y hoy sostiene que "me río de mi discapacidad, no es un drama ver o no ver. Lucho por mis sueños y he cumplido varios en este tiempo", aseguró el deportista que se prepara para revalidar su oro en los Juegos de Río 2016.
David Muñoz Castillo
dmunozc@lidersanantonio.cl