Montserrat Prieto y el maestro Roberto Bravo maravillaron a los sanantoninos
A los cuatro años. la joven comenzó con las clases de violín en Barcelona. Ahora acompaña al famoso pianista en sus giras por el país.
El sábado y domingo pasado, la violinista Montserrat Prieto se presentó con el destacado pianista Roberto Bravo en el Gimnasio Montemar José Rojas Zamora. "Hubo como 700 personas. Todas se fueron felices", cuenta la intérprete.
El espectáculo impresionó a los asistentes. "Yo creo que lo que más le gustó a la gente fue la diversidad musical", señala la joven.
Ya son cuatro años en que Montserrat trabaja con Roberto Bravo, y confiesa que "al principio tenía un poco de susto, pero ahora es un amigo para mí y la pasamos muy bien".
Es la primera vez que Prieto visita San Antonio. "Aquí hay solcito y harto viento. No se pasa calor como en Santiago", comenta entre risas.
La vida de la violinista Montserrat nació en Barcelona, España, pero sus padres son chilenos. "Mi papá se fue a trabajar allá, y ahí nací. Estuve hasta los 7 años y nos devolvimos. Tengo doble nacionalidad", cuenta.
Desde que era muy pequeña, su madre la inscribió en clases de violín. "Mi padre es violinista y a mi mamá le gusta la música clásica. Así que a los cuatro años aprendí a tocar", revela.
Su mamá la hacía estudiar cinco minutos todos los días en su casa. "Yo no tengo mucha conciencia de mis inicios, porque al principio era todo con juegos", sostiene.
Montserrat estaba siempre acompañada de su violín. "Un día me fui a acampar, y como tenía que practicar todos los días, me puse a tocar dentro de la carpa en medio del camping", detalla.
La artista quiso traspasar su amor por la música a su mejor amiga, Valentina Palacios. "Le traté de enseñar pero le duró dos minutos. Ella siempre me ha apoyado", destaca.
A los 19 años, Prieto participaba de la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal. "En la gala de final de año toqué como solista con otros compañeros. Ahí estaba Roberto, y me pidió que tocara una canción con él en el Piazolla", recuerda.
El pianista Roberto Bravo agrega que "ella es una talentosa violinista, y ha sido un gran aporte en mi vida profesional. La conocí tocando en el concierto y se me ocurrió invitarla. Estaba muy contenta".
La primera presentación de Prieto fue todo un desafío: "no quería embarrarla", manifiesta ella.
-¿Qué consejo les darías a los músicos principiantes?
- Lo principal para lograr algo en la música es ser constante, aunque sean cinco minutos diarios de ensayo.
-¿Qué habrías estudiado si no fueras violinista?
- Yo quería ser bailarina en una época. Bailé Hip Hop, y estuve apunto de abandonar el violín, porque me ocupaba mucho tiempo. Si no fuera violinista estaría bailando o cantando.