Mellizos que nacieron en un año bisiesto tiraron la casa por la ventana
Los Maureira Pinto nacieron prematuros un 29 de febrero y su papá los inscribió con una curiosa combinación de nombres.
Nacieron prematuros un 29 de febrero de 1992. Nacieron juntos porque son mellizos. "Y como si fuera poco, mi hermano se llama Cristián Claudio y yo Claudio Cristián".
La vida de los hermanos Maureira Pinto ha estado cargada de bromas, tallas, palanqueos y cualquier adjetivo que usted quiera agregar.
Ellos nacieron en un año bisiesto, es decir, en aquellos años que tienen un día más que el común, añadido al mes de febrero, como lo explica la Real Academia de la Lengua Española (RAE).
"Cuando éramos chicos y la gente nos preguntaba por la fecha de nacimiento, nos decía: '¿y cómo lo hacen con los cumpleaños?' o 'respeta a tus mayores'. Al principio fue complicado como niño", explica Claudio Cristián, quien ayer junto a su hermano cumplieron "24 años, aunque en realidad son solo 6, si tomáramos en consideración nuestra fecha de nacimiento. La gente a veces no nos cree que somos mellizos y que nacimos en esta fecha".
"Igual lo celebramos con los amigos y los familiares el pasado sábado, porque justo nuestro cumpleaños cayó día lunes", cuenta Claudio. Y agrega: "más encima cuando es año bisiesto hacemos una fiesta en grande. Tiramos la casa por la ventana", dice Claudio, el más extrovertido y desordenado de los hermanos.
Cristián, sentado en el living de su hogar de calle Arzobispo Larraín Gandarilla, en Llolleo, añade que "en el 2012 acá había más de 100 personas en la casa. Estaba repleto. Es que los amigos como un mes antes ya te andaban preguntando por la fiesta".
Además afirma que "cuando nos toca año bisiesto lo que hacemos es celebrarlo el 28 de febrero, pero siempre en este mes y no en marzo".
Oriana Pinto, madre de esta pareja de hermanos, cuenta que el primero en nacer fue Claudio y dos minutos después lo hizo Cristián.
"Claudio adelantó el parto que estaba programado para fines de marzo. Él fue el que sufrió más cuando chico, porque le costó desarrollarse", detalla, para luego describir que "ambos son muy distintos. Uno es más extrovertido, conversador, más alegre y él otro (Cristián) es más introvertido, le cuesta un poco más entrar en confianza, pero se desenvuelve normalmente".
Con respecto al curioso nombre de estos hermanos, la madre respondió que "originalmente iban a tener los primeros nombres tal como ahora, pero el segundo nombre iba a cambiar. Pero su papá cuando lo inscribió en el Registro Civil les puso ese nombre".
Ambos jóvenes llolleínos estudian en la enseñanza superior y explican que están ciento por ciento dedicados al estudio. "Estamos solteros, pololeamos cada cuatro años", cierra Claudio entre risas.