Rodrigo Ogalde
En octubre del presente año debería estar operativa la megabodega de acopio de clínker (materia prima usada para fabricar cemento) que la compañía chilena Cementos Bicentenario S.A. (BSA) está construyendo en los terrenos que la Empresa de Ferrocarriles del Estado tiene en el puerto de San Antonio, específicamente frente al terminal de buses de Barrancas.
El plan de BSA contempla la utilización de los sitios de Puerto Central para la descarga del clínker que llega en buques provenientes de Asia. Dicho material será acopiado en la estructura que actualmente está en etapa de edificación y que consiste en una "nave hermética y ecológica" de concreto, con medidas de 140 metros de largo, 25 metros de ancho y 26 metros de altura. Posee una capacidad para almacenar 70 mil toneladas de aquel producto.
El gerente de Desarrollo de BSA, Ricardo Ortega, explicó a diario El Líder que la descarga de aquel producto se hará a través de "tolvas ecológicas" que lo extraen de las naves, para luego impulsarlo por un túnel que PCE construyó especialmente para estos fines en su nuevo muelle de atraque.
"Se van a instalar unas tolvas ecológicas, con aspiración de polvo, y el clínker pasa a un túnel. Nos hemos preocupado que todo el proyecto sea limpio y ecológico, y que estén cerrados los puntos de posibles emisiones. Todas las correas (de transportación del clínker) van cubiertas, y la nave (bodega) tiene un techo y paredes con presión negativa, lo que permite que no salga polvo, sino que el aire entra y produce que el polvo se mantenga dentro de la nave; además se le colocan filtros de aspiración a la bodega. Todo el proceso es hermético".
Tras el acopio en dicha bodega, el clínker será cargado en vagones de tren para ser transportado hasta la planta que BSA tiene en la comuna de Quilicura, en la Región Metropolitana, donde finalmente se fabrica el cemento. "Con eso (el ferrocarril) no se perturbará el flujo vial de la ciudad; ese es un beneficio porque de otra manera habría que sacar el clínker en camión", enfatizó Ortega.
Respecto a los plazos, el ejecutivo afirmó que "podríamos estar recibiendo clínker en el último trimestre de 2016".
Una vez puesta en marcha la operación de la bodega, BSA espera descargar unas 25 mil toneladas de clínker al mes, aunque el objetivo final es transferir, en un plazo de 7 a 8 años, unas 700 mil toneladas anuales.
La tramitación del proyecto comenzó en 2013 cuando la empresa Cementos BSA presentó su propuesta a través de una "carta de pertinencia" al Sistema de Evaluación Ambiental, que determinó que en este caso no era necesario contar con un estudio de impacto ambiental, sino que sólo debía acogerse a la normativa que rige para este tipo de estructuras en el Ministerio de Salud. Luego, la Dirección de Obras de la Municipalidad de San Antonio aprobó los permisos de edificación de la bodega. "Tenemos los permisos y cumplimos con la toda la reglamentación del país", destacó Ortega.
Consultado por las aprensiones que podrían tener algunos sanantoninos sobre este proyecto, el gerente de Desarrollo de BSA sostuvo que "les diría que estén tranquilos porque nos hemos preocupado del medio ambiente y también de la comunidad y por eso invertimos en tecnología limpia. Quiero recalcar que el clínker es una sustancia que no es tóxica, tampoco es explosiva y no es inflamable, y siempre lo vamos a manejar en un ambiente cerrado".
La construcción de la bodega, a cargo de la empresa Brotec, significó una inversión de 20 millones de dólares.