Reducción del impuesto a la herencia
En Chile, cada vez que fallece el dueño de una empresa -sea ésta pequeña, mediana o grande- su familia debe pagar un impuesto para heredar la compañía, lo mismo que sucede con cualquier tipo de patrimonio. Esto quiere decir, que el gravamen se calcula caso a caso, con una tasa progresiva de 1% a 25% sobre el monto líquido legado, al que se le restan las deducciones que permite la ley, por ejemplo, deudas hereditarias.
A modo de ejemplo, si muere un empresario dejando como patrimonio una empresa cuyo valor es de $2.000 millones, cada uno de sus dos hijos deberá pagar aproximadamente $50 millones de impuesto a la herencia, mientras que su cónyuge cerca de $170 millones.
El panorama es diferente en países más adelantados. Por ejemplo, en España la herencia de la empresa -en la medida que se celebre un pacto que garantice que los herederos mantendrán la propiedad y la gestión de la empresa por un tiempo determinado- está exenta de impuesto o paga un porcentaje muy bajo [Cataluña]. De la misma manera, en Francia, si se celebra el pacto Dutreuil -que garantiza la administración y propiedad de la empresa por parte de los herederos- por un plazo determinado, se rebaja el 75% del valor de la empresa del cálculo de los impuestos de herencia.
En Chile, en cambio, la nueva legislación tributaria restringe aún más las planificaciones de herencia, por lo que se hace más difícil proyectar la sucesión de una empresa en materia de impuesto a la herencia.
GUSTAVO CUEVAS
SOCIO FUNDADOR DE
CUEVAS ABOGADOS