La laguna El Peral está seca pero sigue siendo un atractivo turístico
En el parque esperan que las especies que dependen del agua vuelvan después de las lluvias de este invierno.
I gnacio Miranda, administrador y guardaparque del Santuario de la Naturaleza Laguna El Peral de El Tabo, dice que llegó a trabajar a ese lugar en el año 1997 cuando la laguna estaba completamente seca.
"No había nada de agua, incluso había menos de la que hay hoy. Pero ese año fue excepcional en cuanto al comportamiento de las lluvias, ya que se recuperó en sus cuotas máximas de llenado y eso significó que volvieron las especies asociadas al ambiente acuático como los distintos patos zambullidores, taguas y los cisnes de cuello negro", comenta ante la triste imagen de sequía que muestra este parque desde hace algunas semanas.
De acuerdo a lo explicado por Miranda, al igual que en 1997 cuando regresaron las distintas especies al humedal, se espera que después de un invierno lluvioso, se recupere el agua acumulada y el ambiente sea propicio para la vida y alimentación de la avifauna.
Cuenta que después de esa fecha también hubo temporadas con bajas importantes en el nivel del agua, pero que algunas especies se mantuvieron y otras migraron a distintas zonas.
"En el caso de este año 2016, todas las especies relacionadas con el ambiente acuático han migrado hacia otro lugar, porque prácticamente la laguna está seca y no hay alimento para cobijar a estas aves", revela.
Según Miranda, han pasado siete inviernos en que las lluvias no han sido favorables para este ecosistema. "Si no llueve, vamos a mantener la misma condición y la ausencia de las especies relacionadas con el ambiente acuático. Pero eso no significa que no haya otras especies que estén presentes en otros ambientes que tenemos dentro del lugar y la gente perfectamente puede venir a visitarnos", detalla argumentando que la afluencia de público es permanente y no ha disminuido mucho, en comparación a otras temporadas.
El parque está abierto de lunes a domingo, desde las 09.00 a las 18.00 horas.
El lugar cuenta con 25 hectáreas y cuando el espejo de la laguna está en su mejor momento, ocupa 16,3 hectáreas. El año pasado el agua cubrió poco más de 7 hectáreas, mientras que hoy sólo ocupa media hectárea o menos, según lo que señala Miranda.
Agua roja
Otro de los episodios que perjudicó al agua de la laguna ocurrió en el 2011 cuando, producto de un vertimiento que produjo que se viera de color rojo, hubo una gran pérdida de oxígeno y de proliferación de bacterias.
Por esta razón, Conaf, en conjunto con la Fundación Kennedy instalaron unos equipos de ultrasonido para erradicar las algas flotantes y permitir que la luz solar llegara hasta las especies vegetales acuáticas de tal forma que pudiesen germinar. Sin embargo la evaporación del agua, debido a las altas temperaturas de este verano, postergó este proyecto hasta que vuelva el agua nuevamente.
1997 la laguna también estaba seca. Y según el administrador del parque, tenía menos agua que hoy.

