Crónica
Cuatro meses lleva perdido el llolleíno Jonathan Enrique Céspedes Jara, de 33 años de edad. Su madre interpuso una denuncia por presunta desgracia el 6 de noviembre y, hasta el momento ha dicho que su hijo no ha dado señales de vida.
El hombre fue visto por última vez conduciendo un camión que salió del Puerto de San Antonio en dirección a Santiago con un cargamento de neumáticos evaluado en cerca de 60 millones de pesos.
Dos días después de su desaparición, y siguiendo el registro de los postes de TAG y un rastreo de las cámaras de seguridad de peajes de las autopistas, funcionarios de Carabineros encontraron el camión en la comuna Ñuñoa, específicamente en la intersección de las calles Maratón con Rodrigo de Araya.
Sin embargo, del conductor y el contenedor con el millonario cargamento de neumáticos no se halló pista alguna.
El vehículo había sido abandonado en la comuna de Ñuñoa, donde nadie vio, ni escuchó nada.
El conductor y 60 millones de pesos en neumáticos desaparecieron sin dejar rastro dejando un enigma que después de 4 meses la policía no ha logrado dilucidar.
Brigadas
Dos brigadas de la PDI iniciaron dos investigaciones paralelas: la Brigada de Homicidios (BH) por la denuncia de presunta desgracia del conductor y la Brigada de Robos (Biro) por la sustracción del millonario cargamento de neumáticos.
Jonathan Céspedes figura en el listado de personas extraviadas que busca la policía a lo largo de todo el país y se inició una fuerte campaña para encontrarlo.
La madre, esposa e hijos de Céspedes, según los antecedentes que maneja la PDI, no se han comunicado con él y temen que le haya ocurrido alguna desgracia.
De acuerdo a lo señalado por fuentes policiales de San Antonio, no han podido hallar ninguna pista para dar con el paradero del conductor perdido, aunque siguen los peritajes para encontrarlo y se esperan avances durante los próximos días.
Rastro
En la investigación se recurrió a una serie de grabaciones de cámaras de seguridad y de control de tránsito y hasta el momento sólo se tiene la seguridad de que Jonathan era quien salió conduciendo el vehículo de carga desde el puerto de San Antonio.
Una vez que inició la marcha en la carretera, no se tiene certeza de la identidad del conductor.
Según los peritajes, se hizo un seguimiento del camión gracias a las imágenes de las cámaras del peaje de Melipilla, la Autopista Central, Ñuñoa y de San Bernardo y no se logra distinguir si Céspedes era quien iba conduciendo realmente o era un tercero.
De acuerdo a esto, no se podría establecer si lo que ocurrió fue un asalto con secuestro o un autorrobo.
La misteriosa desaparición del conductor y la millonaria carga sigue siendo investigada y no se descarta la participación del chofer en una banda organizada dedicada al robo de contenedores desde el puerto.
Según la policía hay seguros involucrados, pero existe una serie de cabos sueltos.
El teléfono celular que utilizaba Céspedes era de propiedad de su trabajo, sin embargo el aparato no pudo ser localizado, puesto que la empresa dio de baja el plan y quedó inhabilitado para efectuar y recibir llamadas.
La policía explica que "el teléfono, independiente que no lo utilicen, emite una señal que es posible rastrearla, pero cuando ha sido dado de baja, es imposible".