Sanantoninos buscan educar a sus hijos Down desde los primeros pasos
Con esfuerzo, amor y un compromiso total, los padres han logrado que sus niños sean integrados en diferentes colegios de la zona y se proyecten en una sociedad más inclusiva.
Cuando Germán García supo que su hija podía nacer con Síndrome de Down supo que sus planes habían cambiado.
Era algo que no esperaba, pero también descubrió que se podía introducir en un mundo absolutamente nuevo para él.
Buscó información, leyó, consultó y visitó una serie de lugares donde hubieran especialistas en el tema para poder ofrecerle las mejores opciones de desarrollo a su pequeña.
"Acá en San Antonio no había ninguna institución específica para niños Down que pudiera estimular a nuestros hijos a que hablen bien, que caminen bien... Nuestra opción era ir a Viña, pero los costos y los tiempos que necesitábamos a la semana no había bolsillo que aguantara", comenta.
Posterior a eso, junto a su mujer decidieron irse a vivir a Santiago. "Nos acercamos a la Fundación Excepcionales y era una maravilla. Quedamos sorprendidos de la cantidad de niños que había y las cosas que hacían, considerando que eran niños desde los dos meses de edad", agrega.
El objetivo de esa institución era claro y era exactamente lo que él y otras dos familias de San Antonio buscaban para sus hijos. "Que las personas con Síndrome de Down merecen a lo largo de su vida todas las oportunidades para desarrollar al máximo sus potencialidades tanto dentro de sus familias, como de cualquier establecimiento educacional y la sociedad en general".
Tras esa experiencia y darse cuenta de los grandes costos que tenía asistir a un centro así, se unió a otras dos familias y consiguieron otras dos que los podían ayudar. Volvió a San Antonio, sin embargo para poder dedicarle más tiempo a su hija debió dejar uno de sus trabajos y consolidarse como agrónomo independiente.
Fue así como Germán García y otras dos familias crearon la Fundación Talentos 21 en el 2012 y poco a poco han sumado a más personas que trabajan activamente en sus programas.
De acuerdo a lo que comenta García, la estimulación de los niños Down es fundamental desde que nacen, e incluso durante su gestación.
"Los primeros años de vida de los niños son vitales para que después sean más independientes. Mi hija tenía 4 meses de edad cuando comenzó con sus terapias y cuando tenía un año y medio, quedamos impresionados cuando llegó una guagua de su misma edad que se podía afirmar. Le estaban enseñando a sentarse, porque se caía y mi hija estaba en una mesa pintando", revela.
Sin embargo, puntualiza que las terapias son sólo parte de un proceso que los padres deben reforzar diariamente en sus casas y por ello hacen hincapié en la participación familiar.
Terapeutas
Al menos tres días a la semana los 10 niños de esta institución asisten a terapias de fonoaudiología, kinesiología, terapeuta ocupacional y educación diferencial, donde además se trabaja con la familia en diversos aspectos.
"Somos una fundación que está creada especialmente para aquellas familias que quieren que sus niños tengan una inclusión real, no solo social. Nosotros queremos entregar una atención terapéutica, médica. ¿Para qué? Para prepararlos para el mundo y que ellos sean capaces de ser incluidos y esto se pueda hacer desde el año cero en que nace el niño. Después prepararlos para el colegio, etcétera", comenta Germán García, director de la Fundación Talentos 21.
De acuerdo a lo que explica este padre, los niños pertenecientes a esta agrupación (actualmente hasta 12 años de edad) son atendidos por profesionales en la etapa de atención temprana y etapa escolar.
"Contamos con un educador diferencial que los apoya en su educación, los acompaña haciendo una intervención en el colegio al que asisten", agrega.
De los diez escolares que asisten a Talentos 21, hay uno de 4 meses que recibe atención terapéutica temprana, junto a varios otros muy pequeños, otra de ellos asiste a primero básico en la Escuela Poeta Huidobro de Lo Gallardo, otra en kinder en el Colegio Peumayén de Cartagena y otra a la Escuela de Leyda.
Pese a esto, la fundación analiza que hay más colegios particulares que trabajan en temas de integración e inclusión, que colegios municipales.
"Hay familias a las que no le interesa que sus hijos vayan al colegio y sólo les importa que sean felices y es algo muy válido. Por eso acuden a fundaciones de integración social que hay en varios lugares; sin embargo, nosotros creemos que nuestros hijos tienen las capacidades para ir más allá. Demanda más trabajo y más participación de parte de la familia, pero es una opción", declara.
Inclusión
Los profesionales de la fundación buscan apoyarse en los Programas de Integración Escolar (PIE), una herramienta que el Ministerio de Educación pretende reforzar en temas de inclusión y diversidad.
El PIE es una estrategia del sistema escolar, que tiene el propósito de contribuir al mejoramiento continuo de la calidad de la educación de los colegios, integrando a los estudiantes, especialmente a aquellos que presentan necesidades educativas especiales.
"Nuestra fundación también vela porque en el colegio al que asiste el niño, se haga la adaptación curricular correspondiente, que se le entreguen los contenidos y que se le evalúe como debe ser", añade.
Financiamiento
Ayer fue el Día Mundial del Síndrome de Down. La fecha responde a la característica congénita de la trisomía 21, que determina el Síndrome de Down, en un juego con el 21 y el 3.
Hoy la institución local decidió mostrarse a la comunidad de San Antonio a través de Diario El Líder.
De acuerdo a lo que señala su director, mantener la fundación siempre ha estado en manos de las mismas familias de los niños que la integran, que no son más de 10.
"No nos podemos abrirnos a toda la comunidad todavía porque, por el momento, el beneficio que tenemos es que la atención de terapeutas nos sale un 50% menos, pero de todas formas son sesiones semanales que significan un costo monetario para las familias", comenta García.
De acuerdo a los cálculos que manejan en la institución, un niño promedio necesita entre 80 mil y 150 mil pesos mensuales para pagar las atenciones de los terapeutas. Hasta el momento ese costo lo han cubierto los mismos padres; sin embargo, encontraron la forma para becar a algunos de ellos con la ayuda de un par de instituciones externas.
"En la medida que podamos financiar el ingreso de otros niños, vamos a poder ir abriéndonos a todos los que lo necesiten y sumando más especialistas al equipo de profesionales que los atienden", enfatiza Germán haciendo un llamado a la empresa privada y a quienes estén interesados, para que se acerquen a conocerlos.
Talentos 21 tiene su sede en Lautaro 1673 esquina 1 Norte en Barrancas y su página web es www.fundaciontalentos21.cl.