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Vecinos temen que la catástrofe del tranque San Juan se convierta en un riesgo sanitario

Pescadores intentaron limpiar las aguas y frenar la mortandad de peces.
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Jesús Farías Silva

Al menos una tonelada de peces, específicamente de carpas, ha muerto en el tranque de San Juan, luego de la última y sorpresiva baja en el nivel del agua que se registró el miércoles pasado.

Hasta el sector, llegaron ayer tres pescadores de la Boca del Maipo para limpiar lo poco y nada que queda del tranque y así evitar que crezca la mortandad de peces, la que describieron como "nunca antes vista".

José Antonio Pinto, Hugo Gallardo y su hijo Víctor Hugo Gallardo arribaron al lugar cerca de las ocho de la mañana y provistos de una malla comenzaron a retirar los restos de las carpas que flotaban muertas en el agua.

Ayer, al cabo de unas horas se habían acumulado unos miles de pescados en el borde sur del tranque y también rescataron con vida un número importante de estos ejemplares y ranas para, más tarde, arrojarlas en el embalse de Leyda.

"Queremos conseguirnos una máquina para ver si podemos enterrarlos porque en este lugar se van a empezar a podrir", sentenció José Antonio Pinto.

A metros del lugar ya se puede sentir el hedor de la descomposición y se espera que con el paso de los días aumente progresivamente.

"El mal olor se va a empezar a sentir por todos lados. No ha hecho calor, pero en unos días más lo hará. Esto solo puede empeorar", sentenció.

"Esto es una catástrofe. Nosotros vinimos por las nuestras, pidiendo permiso, pero sin pedir nada a nadie para ayudar en algo", agregó el hombre, quien predice que lo peor está por venir.

"Si no sacamos los peces que han muerto, el agua va a seguir contaminándose porque ya queda puro lodo y no hay oxígeno para que vivan más. Claro que morirán más, pero ojalá se puedan salvar varios", expresó.

"Si esto termina por secarse también van a salir las ranas y se van a ir al camino. Va a pasar lo mismo que pasó en la laguna El Peral", complementó su compañero.

Los vecinos del sector también manifestaron su preocupación por la descomposición de peces y pidieron la intervención de las autoridades sanitarias para impedir las molestias, e incluso riesgos para la salud de las personas que detienen sus vehículos para ver el triste espectáculo.

María Rojas pasó cerca del mediodía de ayer y se quedó impactada. Había visto en el diario las imágenes, pero no dimensionaba la magnitud del desastre.

"Ojalá hagan algo. Eso puede ser foco de infecciones", señaló la mujer que iba rumbo a Llolleo y que recordó que hace unos quince años "cuando llovía en serio, este tranque incluso amenazaba con desbordarse. Es una lástima que esté terminando así, porque hay que ser realistas y no lloverá tanto de la noche a la mañana como para que se vuelva a llenar".

FOTOS: JUAN GODOY
FOTOS: JUAN GODOY
tres vecinos de tejas verdes se acercaron ayer para remover los peces muertos del tranque de san juan.
JUAN ANTONIO Pinto Y VÍCTOR HUGO TRABAJANDO EN EL AGUA.
calculan que sacaron una tonelada de peces muertos.
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