Cuando Ennio tenía la edad de los participantes de "Junior Master Chef" no lo dejaban cocinar mucho, por los típicos temores de los adultos: que el fuego, el gas, los cuchillos. "Yo me limitaba a ser el piche de mi abuela, me dejaba hacer un poco de pasta, hacía la galletita. La cocina igual es un peligro, entonces no te daban esa libertad que tienen hoy ellos. También iba a las compras con ella, la veía regatear, cocinar con muy poco dinero, de eso aprendí mucho".
Ennio Carota estaba de vacaciones y llegó recién el domingo a Santiago. Reconoce que vio el segundo capítulo de "Junior Master Chef" a medias -se quedó dormido- pero asegura estar satisfecho con el trabajo realizado hasta ahora, especialmente porque relacionarse con niños lo ha llenado de energías, algo que, según él, se agradece en un trabajo tan estructurado como la cocina.
Pero en este regreso a la pega hay algo que no entiende: la polémica levantada por el chef nacional Coco Pacheco, quien entre otras cosas dijo que al italiano se le habían subido los humos a la cabeza desde que está en la televisión.
Esto es lo que dijo Pacheco a Radio Agricultura: "Cuando llegó acá, llegó quebrado, yo le di la mano y resulta que ahora te da vuelta la espalda. Cambió su forma de ser, se compró un Mercedes-Benz y se da la gran vida, por eso no llamó nunca más".
-Después de tres temporadas en "Master Chef", ¿qué ha significado para ti el programa? Todo el mundo te reconoce.
-La gente que te ve en la tele piensa que tú eres distinto a los demás, pero sigo siendo la misma persona. Sigo haciendo exactamente lo mismo que hacía antes. No me ha cambiado mi vida, sigo yendo al supermercado, actúo como si nada hubiera pasado. En el fondo sigo siendo cocinero, a eso me dedico. El programa ha tenido mucho éxito, la gente te reconoce y agradezco el cariño de la gente. A mí me gusta el programa, lo paso bien, si no, no lo haría.
-Coco Pacheco te anduvo criticando públicamente, dijo que se te habían ido los humos a la cabeza.
-Esas cosas habría que preguntárselas al Coco Pacheco, aparentemente está más preocupado él de mí. La verdad es que no entiendo por qué se preocupa tanto. A mí no me interesa dónde va el Coco Pacheco, cuánto gana, cómo gasta la plata o qué auto maneja. Yo pienso que las amistades tienen que ver con otra cosa. En algún momento tuvimos una relación y lo pasamos bien, al margen de las cosas que él cuenta. No todo lo que dice es así. Yo pienso de otra forma, qué bueno cuando un alumno o un colega ha podido desempeñarse y crecer, cuando le va bien yo soy el hombre más feliz.
Ennio Carota ahonda en su relación con Pacheco: "Con Coco tuvimos una relación más bien de profesionales. Él dice que me dio trabajo, pero nunca me dio uno, nunca me contrató, nunca me pagó un sueldo. No le debo absolutamente nada. De los viajes que hicimos juntos, porque yo lo acompañaba, la plata la puso Pro Chile, él nunca puso nada de su bolsillo. No entiendo todo esto".
-A lo mejor quería publicidad porque se han olvidado de él.
-Sí, pero podría hacer publicidad de otra manera, es muy barata su publicidad, no construye, no aporta. A mí me parece que es una persona que se ha quedado obsoleta y no sabe reconocer que ya no es el único. Somos muchos haciendo esto, hay muchos jóvenes talentosos.
-¿Qué tal la experiencia de trabajar con niños?
-Para mí ha sido una muy linda experiencia. Es algo bastante sorprendente, cuando yo tenía la misma edad no éramos tan precoces. No se me habría ocurrido participar en algo así, aunque no existían. Estos niños vienen con otro chip, son como unos adultos pequeños.
-¿Cómo los ves a ellos, hay talento?
-Hay chicos que tienen una naturalidad, una espontaneidad que asombra. A los tres (Cris Carpentier y Yann Yvin) nos ha llamado la atención, en el buen sentido. Manejan términos y técnicas a la par de unos profesionales. Eso llama la atención.
-¿Cómo es el trato con ellos? Igual debe ser difícil decirle a un niño que un plato no está bien hecho o que no saben bien.
-Tratamos de ser lo más cautelosos, más que todo para no lastimarlos. Pero si está malo, tratamos de hacerles entender que no es el fin del mundo. De los errores uno va aprendiendo. Me parece que ellos entendieron muy bien la dinámica.
-Para ustedes que llevan tanto tiempo en esto debe ser revitalizante, les debe dar energías e ideas nuevas.
-Ya hemos grabado varios capítulos entonces hemos visto cómo van creciendo. Volver a esa cosa de la espontaneidad y observar cómo ellos visualizan y arman su plato. Es una mirada muy interesante.