La sanantonina ciega que se convirtió en seleccionada nacional de atletismo
Paula Guzmán tiene 22 años y lleva tres dedicados al deporte de alto rendimiento. Hoy se prepara para clasificar a los próximos Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro.
La sanantonina y seleccionada de atletismo paralímpico Paula Andrea Guzmán Salazar (22) comenzó a dedicarse por completo al deporte hace tres años. Antes, tal vez, nunca pensó que llegaría a representar a Chile en esta disciplina.
Al nacer recibió una mala herencia de parte de uno de sus bisabuelos: una retinitis pigmentosa que con el paso de los años le quitaría completamente la visión. "Me contaron que esto era hereditario. Que uno de mis bisabuelos tenía esta enfermedad, aunque no fue tan severa como la mía", indica.
Paula siempre supo que la ceguera podía ser parte de su vida. Por eso a ella y a su familia los prepararon para enfrentar la enfermedad que tarde o temprano podía tornarse más grave.
"Esta enfermedad es progresiva. A algunas personas se les estanca y quedan con un poco de visión, pero en mi caso avanzó y ya no veo nada", comenta con una dulzura y alegría propias de su personalidad.
A los 15 años Paula quedó totalmente ciega, pero gracias al apoyo de su familia pudo internarse en un colegio para personas no videntes en Santiago, donde permanecía internada durante la semana.
"Allí nos preparaban, así es que si perdía completamente la vista, al menos ya podía escribir en braille (sistema de escritura para ciegos). Los métodos que había en esa escuela estaban todos adaptados para nosotros, así es que siempre me sentí dispuesta a lo que podía venir", describe.
Durante la enseñanza media ingresó a un colegio particular subvencionado de San Antonio donde la insertaron en un programa de integración en el que permaneció hasta tercero medio.
"Había una sola profesora en el programa que me podía ayudar y cuando ella se enfermó no pudo volver más, así es que decidí irme para no bajar mis notas", revela. "En matemáticas sobre todo, necesitaba más apoyo por el asunto de los signos, porque ella me hacía mis gráficos con relieves, por ejemplo, en eso era fundamental y sin ella me perjudicaban mucho las notas".
En esta situación se matriculó en el Liceo 7 de Santiago donde finalmente terminó su enseñanza media y se decidió a estudiar Masoterapia en el mismo colegio donde hizo su enseñanza básica, el Helen Keller.
Fue en esta institución donde conoció a su actual guía, Ayleen Iturra, quien la acompaña en cada práctica y en cada competición de la Selección Nacional de Atletismo Paralímpico.
Primeros pasos
Paula tenía 18 años cuando comenzó a asistir a los talleres extraprogramáticos de su colegio, donde el deporte terminó por cautivarla. "Yo tenía mis tardes libres y me aburría. Pero después, cuando conocí a mi actual guía, empecé a ir todos los días al taller".
-¿Cómo se dio ese nexo entre Ayleen y tú?
-Ella era la profesora del taller y recuerdo que había una competencia y yo no tenía con quién asistir, así es que ella me dijo que me acompañaba. Desde ahí no nos separamos nunca más. Empezamos los entrenamientos, estábamos con un entrenador y descubrí cuál era mi especialidad que es medio fondo (800-1.500 metros).
-¿Hoy en día estás concentrada en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) del IND en el Estadio Nacional?
-Sí. Ahí estoy viviendo durante toda la semana.
-¿Y estás siempre entrenando junto a tu guía?
-Sí y también con mi entrenador.
-Es mucho el tiempo que pasan juntas. ¿Cómo es esa relación?
-Tenemos que convivir harto en concentraciones, hoteles. Nos tenemos que quedar en la misma habitación, pero no tenemos ningún problema. Nos llevamos bien y mantenemos una relación muy buena.
La semana de Paula comienza los lunes a las 7.30 de la mañana con un buen desayuno en el hotel del CAR. A las 9 horas comienza con un trote de 40 a 50 minutos en el Estadio Nacional. Después continúa con una rutina de ejercicios de acondicionamiento físico.
Luego descansan para almorzar y continúa ejercitándose en el gimnasio del CAR con bicicleta estática y reforzamiento de ejercicios de resistencia en piernas. Esta misma rutina se repite además los miércoles y viernes.
Los martes y jueves la disciplina la obliga a realizar un trabajo específico en la pista atlética, pero por las mañanas practica natación en la piscina del recinto para potenciar la resistencia.
Este ritmo de ejercicios y entrenamiento lo lleva a la par con su guía, quien debe estar en todo momento con ella.
-¿Ella y tú viven sólo para y del deporte?
-Así es.
-¿No tienen tiempo para hacer trabajos remunerados o conseguir más ingresos?, ¿cómo se financian?
-Hasta el momento todo lo financia el Comité Paralímpico que costea alimento, hospedaje y viajes para las dos.
-¿Tienes auspiciadores?
-No y siempre se necesitan, porque nosotras nos dedicamos 100% a esto y no tenemos más ingresos. Yo tengo una pensión de invalidez que ayuda, pero nunca es suficiente, porque hay implementos, como zapatillas especiales por ejemplo, que son muy caras y no las puedo comprar fácilmente.
Concentración
Paula, además de los campeonatos nacionales, ya participó en los Juegos Paralímpicos de Brasil 2014 y Toronto 2015 representando a Chile. En ambos obtuvo muy buenas marcas para su disciplina.
Esta temporada Paula se está preparando para una competencia que se desarrollará en Ecuador durante el mes de Mayo.
"Durante las últimas semanas de abril me llevan a Calama para el acondicionamiento en altura", cuenta añadiendo que lo que busca es hacer las marcas para competir en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, en Brasil.
Romance en el car
Además de tener un estilizado un cuerpo de deportista, un largo cabello, gran estatura y un bello rostro, Paula posee otra virtud en la que también ha sobresalido a nivel nacional.
Se trata de su voz que la ha hecho ganar una serie de certámenes como el "Segundo Festival del Cantar Ciego Valdiviano" en 2014.
¿Cómo será la vida sentimental de esta bella y dulce jovencita?
-¿Qué haces después de tanto entrenamiento?, ¿tienes tiempo libre?
-Duermo harto, porque quedo rendida.
-¿Pero tienes pololo?
-Sí. hace un año estoy pololeando.
-¿Habías pololeado antes?
-No. Es mi primer pololo. (contesta tímidamente).
-¿Cómo lo conociste?
-Nos conocimos en el hotel del CAR. Él también era seleccionado paralímpico en natación, pero ahora se retiró y está trabajando como paramédico en el hospital San Borja.
-¿Qué edad tiene él?
-Él tiene 32 años.
-¿Tú no conoces su rostro?, ¿cómo te lo imaginas?
-No, pero me da lo mismo. Además que yo sé cómo es él y sé que me gusta. Él me dijo cómo era y está bien.
-¿Cómo te conquistó?
-Fue algo mutuo, porque coincidíamos en los horarios de la cena. Yo lo iba a ver, porque a él le gustaba jugar pool y yo me paseaba por ahí y lo iba a saludar.
-¿Estás enamorada?
-Sí, es algo muy lindo lo que sentimos.
-¿Él tiene alguna discapacidad?
-Sí, él sufrió una paraparesia espástica, que es un tipo de parálisis cerebral que afectó principalmente una de sus piernas. Es bien mínimo lo que tiene y estuvo en la selección durante 3 años, mas o menos.
-¿Por qué se retiró?
-Porque pronto le van a entregar su departamento y necesita plata para comprarse sus cosas.