Masajes que curan hasta la depresión
Jorge Catalán practica la naturoterapia y con ello alivia dolencias, no solo musculares.
Volver al trabajo después de las vacaciones debe ser uno de los periodos más traumáticos que puede vivir una persona, para los que creemos que trabajar es el peor invento de la humanidad.
Compartir con la familia y amigos, sobre todo con aquellos que por razones geográficas no ves hace meses; practicar deporte; olvidarse de los problemas; dormir hasta tarde y solo despertar para tomar la siesta son algunas de las sabrosas bondades de las tan anheladas vacaciones.
Este oasis de tres semanas, tan esperado durante todo el año, parece un verdadero sueño que se acaba de golpe y porrazo cuando esa maldita alarma comienza a sonar, sonar, sonar y sigue sonando por más de 15 minutos, mientras se maldice al mundo entero. Volver a la pega después de este merecido periodo de descanso no es fácil, digámoslo.
Pero lo que parece terrible, puede ser aún peor, cuando la secretaria, con esa evidente sonrisa que algo esconde, te informa que estás dentro de los convocados para el turno del fin de semana.
Así, sin calmante, ni dipirona, se vuelve a la exigente realidad y, como todo viene de una, comienzan a aparecer los problemas, las cuentas por pagar, las enfermedades y, en mi caso, un insufrible insomnio que padezco desde hace un tiempo.
Pero que no parezca una condenada queja y una antipoesía al trabajo. Lo mejor de este medio es el grato ambiente laboral que uno disfruta. Así es como el editor de Diario El Líder me agenda, en mi pauta, una entrevista con un sanantonino que realiza masajes que, como nos contaron, son capaces de aliviar dolores musculares y de articulación, pero que también pueden eliminar la angustia y la depresión.
NATUROlogía
Jorge Catalán Rojas (32) estudiaba en Santiago cuando una profesora lo inició en el mundo de la naturología.
"Tiene que ver con el estudio de las propiedades del sol, la tierra y a través de estas, la persona es capaz de mejorarse de enfermedades como la depresión, dolores abdominales, articulares y gástricos, entre otras. Todas estas dolencias tienen que ver con procesos emocionales. Por ejemplo, los procesos de rabia gatillan en nuestro sistema hepático. Los miedos atacan nuestras articulaciones como rodillas y los codos. Y estas se solucionan con masajes focalizados o con cataplasmas, que es aplicar barro con vinagre en las zonas", explica en referencia a las atenciones que principalmente realiza en San Antonio.
Catalán detalla que el valor de la consulta a domicilio es de $10 mil, el que incluye el diagnóstico.
Comenzamos. Catalán toca ciertos puntos de las palmas de mis manos por algunos minutos. Tras ello comienza el diagnóstico.
"Tienes las defensas bajas. Estás angustiado por algo que te provoca un estrés. No estás muy tranquilo. Algo te debe inquietar. ¿Duermes bien?", me pregunta.
-Pésimo. Tengo insomnio -le respondo.
Como si fuera poco, Catalán agrega: "además tienes el hígado graso".
-¡Qué!
-Sí. Eso se puede traducir en picazón en los ojos, fatiga o dolor abdominal.
-Efectivamente, en ocasiones me pican los ojos.
Tras este categórico diagnóstico, Catalán comienza la segunda etapa: el tratamiento. Este consiste en masajes por la espalda y una serie de certeros movimientos tanto en los brazos como en el cuello.
La verdad es que mientras Jorge realizaba su trabajo, una sensación de tranquilidad me invadió. No sé si fue por mi disposición o no, pero la angustia que he sentido en los últimos días desapareció de golpe.
"Hay personas que con tres sesiones están bien. Otras con 10. Además hay una terapia con las flores de Bach, que también sirve mucho", cuenta.
No sé cuánto durará esta sensación de alivio, pero si usted quiere consultar por este método de medicina alternativa lo puede hacer al número 9 79737341.


