Los carteles de la droga mexicanos y de América del Sur y sus redes más amplias son totalmente dependientes de su capacidad de conseguir que su producto llegue a suelo estadounidense. Y si hay una cosa en que estas organizaciones son buenas, es en que constantemente están cambiando su sistema de funcionamiento, con el fin de mantenerse un paso por delante del juego.
Como Estados Unidos, México y Colombia intensificaron su guerra contra las drogas a partir de los '90, los carteles tuvieron que re-imaginar diversas maneras para contrabandear cocaína a Norteamérica.
Con miles de millones de dólares en ingresos anuales en juego, los narcos se las han ingeniado para lograr que su producto ingrese por vías alternativas y extravagantes hasta Estados Unidas. De hecho, el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín "Chapo" Guzmán -actualmente recapturado y preso en una cárcel mexicana-, fue pionero en el uso de catapultas o máquinas para "lanzar" drogas a través de la frontera.
Submarino narco
Pero lo último en "contrabando de alta recompensa" es el "submarino narco", naves caseras que pueden llevar miles de kilos de cocaína y otras drogas hasta aguas norteamericanas.
De acuerdo con un informe de la Oficina de Estudios Militares Extranjeros (Fmso) estadounidense sobre los submarinos narcos, el 80% de la cocaína ingresada a Estados Unidos en 2012 provino de las rutas marítimas. Y el 30% de la droga que llegó por mar se llevó a través de submarinos.
Los narco-submarinos demuestran cómo los carteles han dominado la ingeniería. Aún así, alrededor de uno de cada cuatro de estos vehículos son interceptados. Las autoridades estadounidenses han capturado submarinos narcos con hasta 7,5 toneladas de cocaína a bordo.
Hay cuatro grandes categorías de naves que caen bajo la etiqueta "submarino narco": embarcaciones de bajo perfil, semi-sumergibles, sumergibles y remolcadas.
Estos vehículos han mostrado un salto notable en la calidad, después de su debut por primera vez, hace más de 20 años.
Fibra y madera
El primer submarino narco detectado en 1993 se construyó a partir de madera y fibra de vidrio, no podía sumergirse y sólo podía viajar a 10 millas por hora. Pero la Fmso señala que los últimos modelos de submarinos pueden enmascarar su huella de calor, evadir el sonar y el radar, y usan revestimiento de plomo para ayudar a ocultar su firma infrarroja, por lo que su detección y captura se hace extremadamente difícil.
Barcos de perfil bajo (Low Profile Vessels - LPVs) son una de las variantes de submarinos narcos más comunes. Estos barcos se ubican justo por encima de la línea de agua. No están totalmente sumergidos, pero siguen siendo difíciles de detectar.
Agencias.