Bajo la lluvia "El rey del ladrillo" cuenta sus grandes penas
Su "palacio" no es más que una pieza de 2x3 metros, ubicado en Aguas Saladas de Bellavista. Allí con un par de frazadas y un húmedo colchón, Juan Carlos Mesías le hace frente a las precipitaciones y a las gélidas noches.
Juan Carlos Mesías es conocido como "El rey del ladrillo" por su talento para elaborar esta masa de arcilla rectangular. Sin embargo, el "palacio" que habita este sanantonino está a años luz de los castillos que habitaban los reyes.
Por el contrario, ayer este hombre de 73 años se cobijó de la lluvia en una pieza de madera que no supera los 2x3 metros.
El suelo estaba húmedo al igual que las paredes y su colchón, cubierto por un par de delgadas frazadas. A un costado hay un bidón con poca agua, y uno que otro pan añejo son los únicos víveres que tiene para sobrevivir por estos días de lluvia y frío.
"¿Qué buscan?", pregunta Mesías, sentado en la única silla que hay en su lúgubre habitación.
-¿Queríamos saber cómo está y cómo le ha ido con la lluvia?
-Bien estoy.
Las palabras que provienen de su boca no se condicen con su solitaria mirada y las lágrimas que brotan por sus ojos en un desconsolador llanto que nadie esperaba.
Mesías está solo junto a sus ladrillos. No tiene familia que lo acompañe y su choza no tiene agua potable ni menos luz. No hay un baño cerca, sino más bien puros pastizales.
Alrededor de su morada, "El rey del ladrillo", casi de manera burlesca, observó cómo 150 casas eran demolidas.
Él comenta que no tiene hambre, que no pasa frío.
-¿Qué tiene, don Juan?, ¿por qué llora entonces?
-Tengo pena. Me siento solo. Miro mi vida hacia atrás y me cuestiono por qué llegué a esto.
Hace cinco años se mudó a San Antonio junto a su mujer. Confiesa que tenían un buen pasar, pero a los pocos años de radicarse en la comuna, su amada arrancaría de su lado junto a los ahorros de toda su vida.
"Me dejó y me estafó con 16 millones. Yo trabajaba en la comuna de La Florida en un fundo. Me iba súper bien. Pero me estafaron con todo lo que tenía. Mi ex mujer se llevó todo y me dejó sin nada", asegura con una pena enorme.
Esa mujer, quizás el amor de su vida, le arrebató sus pertenencias. Pero eso no es todo.
"Mi hermano menor murió hace seis meses. Con él teníamos una linda relación de hermanos. Yo le enseñé a fabricar ladrillos. Me lo llevé a trabajar conmigo al fundo. Pero cambió. La plata lo hizo cambiar. Se obsesionó. Solo pensaba en la plata y nada más. Nos dejamos de ver por lo mismo y no sé de qué murió", confidencia.
-La plata, lamentablemente, ha marcado su vida.
-Sí. Esas cosas duelen más que ser pobre. ¿Sabe? Yo no sé leer ni escribir y vivo en estas condiciones, pero soy feliz haciendo ladrillos. Es lo que más me gusta.
$400 Es el valor que cobra Juan Carlos Mesías por cada ladrillo que fabrica.