Solo alegría existía en el camarín de Deportes Valdivia tras el triunfo por 2 a 0 sobre San Antonio Unido. El lateral Erick Wiemberg dijo que "estamos más cerca que nunca, este partido lo jugamos como una final. San Antonio salió a buscar más en el segundo tiempo, y fue al final un partido de ida y vuelta". Para DT Hugo Balladares a su equipo "le quedan dos finales para subir. Esto es sacrificio de los jugadores", valoró el adiestrador.
Dijo que no quería hablar, cuando se dirigía desde el camarín del estadio Parque Municipal al bus que estaba estacionado al otro lado del recinto valdiviano. "No tengo ganas de hablar, qué explicación puedo dar si nos ganaron bien. Las ocasiones que tuvimos no las supimos concretar y eso nos está pasando hace rato. Si concretamos la primera que tuvimos antes de los 2 minutos cambia el partido", respondió con enojo Jorge Garcés.
Por suerte no quería hablar tras la derrota por 2 a 0 ante el "Torreón", estuvo más de 8 minutos ante las grabadoras y hasta Sergio Jadue salió al baile, en un análisis que hizo del fútbol chileno. Pero como dijo un colega valdiviano: eso es harina de otro costal. Lo verdaderamente importante era el partido del SAU y las opciones lilas de subir.
Aunque existe una llamita de esperanza gracias al empate de Santa Cruz con La Pintana, el "Peineta" no pierde la fe. "Cuando matemáticamente me digan que estamos descartados, habrá que llorar sobre la leche o lágrimas derramadas. Mientras el hombre respira tiene que luchar", anunció el DT de los lilas.
Garcés contó que el camarín de su equipo era un funeral. "Están llorando en el vestuario, dejaron todo, nos penó fallar tantas ocasiones", analizó.
Eso sí, "Peineta" pensaba que el SAU pudo hacer más en el partido de ayer por la octava fecha de la postemporada. "Nos costó encontrarnos en el primer tiempo, y en el segundo, fuimos un equipo diferente", reconoció.
Sobre este punto Garcés ahondó en su análisis. "Este equipo puede ser campeón si juega como lo hizo en el segundo tiempo. Valdivia en el primer tiempo no hizo mucho, nos convierte de un balón detenido, de un córner, algo que trabajamos tanto. Desde que estoy no nos habían hecho un gol de pelota muerta", precisó.
El defensor Pablo Silva, quien fue expulsado en los descuentos del partido, confesó que "estamos golpeados, imagínate vine con la convicción de ganar los tres puntos, pero eso nos faltó. No vi un equipo rival que quiso ganar, el gol de ellos fue un error nuestro. Y ahora a llorar a la iglesia. Tratamos de hacer lo mejor posible. Estamos tristes, porque no pensábamos quedar eliminados".
El volante de corte Jaime Lobos también estaba triste por el resultado que deja al SAU prácticamente descartado de la lucha por subir. "No creo que se puedan dar algunos resultados. Perdimos este partido y no creo que existan posibilidades. Ya no nos podemos lamentar, debemos terminar bien el campeonato, porque la gente se lo merece. Estamos todos tristes, en el camarín nadie habla", confidenció el jugador.