Nada que hacer: SAU ya no tiene opciones de subir a Primera B
El empate con Trasandino y los triunfos de Valdivia sobre Santa Cruz y de La Pintana ante Naval terminaron con el sueño lila.
San Antonio Unido será un mero espectador de la definición del campeón en la Segunda División. A diferencias de años anteriores, donde los lilas llegaron peleando hasta la jornada final, ahora el equipo de la comuna puerto jugará ante Naval solo por cumplir.
El empate 1 a 1 con Trasandino, registrado la noche del sábado, y los triunfos de Valdivia como visita ante Santa Cruz (1-0 de Jonathan Guajardo en los 86') y el 3 a 0 que le propinó La Pintana a Naval -con goles de Jesús Silva (37'), Diego Inostroza (45') e Ignacio Núñez (59')- sentenciaron la suerte de los lilas en esta temporada 2015-2016.
Ni las matemáticas avalan a los lilas, porque Valdivia quedó con 60 puntos y La Pintana con 58: son los únicos aspirantes a la corona, ya que Santa Cruz se quedó con 56. Más atrás viene el SAU con 53.
La mínima llama de ilusión que estaba encendida entre los jugadores y la afición de apagó anticipadamente, porque el SAU, como fue una tónica en esta liguilla, no fue capaz de ganar. En nueve partidos disputados empató 7, ganó solamente uno (Naval 3 por 0 en el Olegario Henríquez) y perdió con Deportes Valdivia en su visita al sur por 2 a 0.
Así era imposible que los lilas llegaran con opciones de subir y menos con el castigo por no cumplir con la regla del juvenil en cancha. A los tres puntos que se le restarán a la escuadra se le suma una multa de 500 unidades de fomento (algo así como 12 millones 900 mil pesos).
La falta de gol fue la tónica de esta accidentada campaña, que tuvo a cuatro técnicos en el banco: pasaron Jorge Miranda, un interinato de una fecha de Guillermo "Chichilo" Pérez, después llegó Jorge "Chicho" García y a seis fechas del desenlace del torneo arribó Jorge "Peineta" Garcés.
San Antonio Unido tenía que ganar a Trasandino y esperar un empate entre Santa Cruz con Valdivia y una victoria de Naval ante La Pintana en Santiago. Ninguno de esos tres resultados se dio y la esperanza del SAU se desvaneció abruptamente.
Varios factores conspiraron en este empate: dos goles anulados por fuera de juego (los que estaban en la línea de la jugada aseguran que eran tantos válidos), imprecisión en un ultrapoblado mediocampo, que se suponía tendría más elaboración y gestación de ocasiones de gol (aparte de la conquista de Johanns Dulcien en los 22' y los tantos anulados, el SAU llegó dos veces más en todo el partido); y desmotivación, porque si bien se creía en una mínima opción, era evidente que el ascenso era una quimera.
Ya de nada sirve reclamar contra los árbitros, buscar a los articuladores de una supuesta conspiración en contra del SAU, reclamar por los goles perdidos y las jugadas que no se generaron.
San Antonio Unido está fuera de la pelea y la realidad es penosa, triste, lamentable. Los hinchas despidieron a sus jugadores con aplausos y gritos de aliento, pero ni siquiera eso les levantó el ánimo, porque el sueño se acabó de golpe y porrazo y habrá que esperar otro campeonato más para ilusionarnos con un ascenso que es esquivo hace 33 años.

