Indignación en Bellavista por terreno abandonado que "se convirtió en motel"
Piden que limpien y cerquen el sitio que también es usado como vertedero ilegal. Además, el paso de los camiones deterioró el pavimento de calle Orella, en Barrancas.
Jesús Farías Silva - Jesús Farías Silva
Cada mañana, cuando Beatriz Campos abre las cortinas de su habitación, se encuentra con un espectáculo horrible. Un terreno baldío frente a su casa, en la población Horizonte de Bellavista, se convirtió, según ella, "en un basurero y un motel que funciona las 24 horas del día".
La mujer, quien llegó al sector en diciembre del 2003, cuenta que hasta hace unos años el lugar era un "precioso bosque", pero lentamente se transformó en un "antro de perdición"
"Las Fiestas Patrias del 2004 las pasé acá con mi familia, hicimos el asado y pusimos una mesa. Lo mejor de todo es que no éramos los únicos, era mucha gente. Esto era como un parque, pero se estropeó todo", asegura la mujer.
-Cuénteme, ¿por qué se estropeó todo?
-Son tantas cosas. De partida no sabemos quién es el dueño del terreno, pero un vecino vino y cortó los árboles (eucaliptos) para venderlos como leña, y después se empezó a llenar de basura.
-¿Y quiénes son los cochinos?
-Vienen de todas partes, incluso en camionetas a tirar escombros, muebles viejos, de todo. Hasta los autos robados aparecen acá.
-¿Cómo es eso?
-El otro día apareció un Toyota blanco. Metieron bulla toda la noche con él y después le prendieron fuego y lo dejaron ahí.
Beatriz no solo pide la limpieza del lugar, sino también que lo cerquen para impedir que "sea el refugio de los drogadictos".
"Se meten todo el día y a toda hora. Además tienen convertido el lugar en un motel que funciona a toda hora", aseguró.
"Es una pena abrir las ventanas en las mañanas porque uno se encuentra con todo esto", dice mostrando un cerro de colchones que se formó en medio de la maleza.
Seguridad
Si el problema de la basura no fuera suficiente, Beatriz asegura que la "delincuencia ha aumentado mucho el último tiempo". "No se puede salir después de las ocho de la noche. Este lugar se convirtió en un peligro público. Nos tenemos que andar encerrando en nuestras casas y a todo el mundo le da miedo reclamar, pero eso no puede ser", contó molesta.
Vecinos "hacen malabares" para evitar que mal estado de la calle inunde sus casas
Los vecinos de la población Capitán Orella, en Barrancas, están esperando una desgracia. Creen que es la única forma para que les entreguen una solución por el mal estado de la arteria del mismo nombre y por la falta de veredas.
"Han arreglado todas las calles, pero esta, que es la más importante del sector, sigue estando botada. Tenemos que poner sacos de arena para que el agua no nos inunde cuando llueve y andar haciendo malabares para pasar por el barro y entrar a las casas", denunció Hilda Cruz, quien atiende un puesto de comida frente al colegio Sagrada Familia.
El último problema al que han tenido que hacer frente es el desgaste del asfalto por el paso de los camiones.
"Pasan cargados día y noche, suponemos que a las obras del centro comercial que se hacen en 21 Mayo (donde estaban los estanques de la Esso), y quedó la escoba", agrega la mujer mostrando el forado que se formó justo en frente de su local.
Aseguran que el agujero, de más de 20 centímetros de profundidad, se convirtió en un peligro para los conductores, quienes a pocos metros no alcanzan a verlo.
"Nosotros pensamos que puede haber un accidente en cualquier momento, porque los vehículos tienen que hacerle el quite al hoyo, pero justo al frente se estacionan los autos", complementó Juan Cuevas.
"Cada vez que pasa un camión se rompe más el pavimento, es un solo hoyo, puede parecer poco, pero si se ve toda la calle uno se da cuenta que es mucho. Está todo malo", expresó.
A juicio de los vecinos, el principal problema es la falta de veredas, algo que les complica cada invierno.
"No es posible que a pasos del centro, estemos así de abandonados, estamos esperando una desgracia, porque cuando pasa algo es la única forma que se solucionen las cosas", finalizó Hilda.